El caso de las guarradas con
comidas sucedió en un restaurante de la empresa Taco Bell en California. Uno de
los camareros del recinto subió una foto a la página de Facebook de dicha
empresa donde se le veía lamiendo un montón de tortitas de las que se supone
iban destinada para servir a los clientes. Dado que dicha página de la red
social tiene millones de seguidores, la foto tuvo una difusión tremenda por
Internet y provocó todo tipo de comentarios.
El portavoz de Taco hizo un
comunicado público diciendo que la empresa tiene un absoluto control de higiene
de los alimentos que sirve. Añadió que el empleado de la foto fue identificado
y despedido y que las tortitas se emplearon para prácticas en las clases de
formación pero que no fueron servidas a los clientes.
Habrá que creérselo, aunque
pueden existir serias dudas de que tal cosa sea posible. Si yo babeo unos
alimentos, desde que saco las fotos para lucirlas en Internet y se ven hasta
que el restaurante reacciona, hay un lapsus de tiempo en el cual lo lógico es
que esa comida haya sido ya vendida.
En realidad lo que plantea
este asunto es la dificultad de control de los cocineros y camareros en los
bares y restaurantes. Salvo aquello que se cocine a la vista de los comensales,
en cocinas abiertas, todo está sujeto a ser sometido a guarradas.
Un cocinero puede escupir
sobre el aceite de la sartén para ver si está suficientemente caliente, otro
puede sonarse la nariz sobre la perola de la sopa, etc. Los motivos de tales
comportamientos pueden ser variados. Unos porque hacer cochinadas lo encuentran
natural o no se percatan de ello por ser gestos automáticos y otros por mala
leche o porque están cabreados por algún motivo.
Harían bien los restaurantes en trasladar sus cocinas cara al público aunque ello conlleve disminuir la oferta o la complejidad de los platos. Me encuentro cada vez con más gente que no se fía de lo que suceda en la trastienda de esos lugares y es reacia a comer en lugares públicos.
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1 comentarios :
Jo, la verdad es que uno nunca sabe lo que come... y te lo dice quien trabajó en la cocina de un restaurante un tiempo...
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