Algunos consejos sobre el retrete o mejor dicho, relacionados con su estancia en él. Veremos cosas como tener precaución con el móvil o evitar sentarse sobre el inodoro de modo peligroso. O cual suele ser el inodoro más limpio, en el sentido de menos gérmenes, en unos servicios públicos. En la foto vemos a una mujer que prefiere orinar en unos urinarios masculinos que ir a sentarse en una taza de unos servicios femeninos.
Los excusados ya eran bastante habituales en la sociedad de la antigua Roma. Pero con la decadencia del Imperio Romano y la llegada de la oscura Edad Media se produjo un retroceso en montones de técnicas civilizadoras y casi desapareció el empleo de esos artílugios. El hacer las necesidades en las calle o en las cuadras se hizo habitual. En la foto vemos conservado unos servicios públicos de Roma.
Como puede apreciarse los romanos no se preocupaban por la intimidad a la hora de defecar. Unos al lado de otros lo hacían mientras intercambiaban noticias del día y pareceres entre sí.
Primero hablaré de la importancia del retrete someramente. En las sociedades desarrolladas, una persona se
pasa a lo largo de su vida de promedio unos tres años en el retrete o sus
inmediaciones, sea defecando u orinando. En Corea del Sur es donde más se rinde culto al W.C. hasta el punto que un enorme edificio con forma de inodoro está dedicado a museo del mismo y por las calles suelen verse estatuas de gente en posición de defecar.
Consejo: cuidado con el móvil
Una actividad clásica cuando uno estaba sentado en el trono era leer
algo. Echar un vistazo a una revista o a las instrucciones de algún producto de
cosmética era normal. Actualmente un 75% de la gente juguetea con el móvil.
Incluso navegan por Internet mientras esperan a poner el huevo.
Una consecuencia directa de estar mirando el teléfono móvil mientras uno
está en el cuarto de baño es que muchos de esos aparatos acaban cayendo al
fondo de excusado mojándose totalmente, eso cuando no se embarran con algún
cagarro. Unos siete millones de móviles en el mundo tienen ese destino cada año.
Parece una cifra muy alta pero hay que tener en cuenta que cada día cientos de
millones de móviles se dan un vuelta por el W.C.
Consejo: siéntate adecuadamente en la taza
Un 85% de los accidentes que ocurren en los cuartos de baño no son en
las bañeras como podría pensarse, sino en los retretes. Suelen suceder cuando
la tapa asiento del inodoro está levantada. Probablemente al ir a sentarse y no
estar el asiento en su sitio, se sienta uno sobre la cerámica, sufriendo una
sorpresa y siendo fácil desequilibrarse y caer. Hay caídas fatales como la que
le costó la vida al Rey Jorge II de Inglaterra, en 1760, al caerse de la taza
en mala postura.
Un accidente que puede ser grave en el retrete es colocarse de pie sobre
el mismo. Sobre todo sin tapa, pisando directamente la cerámica. No están
hechos para eso aunque normalmente resistan pero si parte, las consecuencias
pueden ser graves. La cerámica rota actúa como cuchillo cortante y se clavará
en las carnes. Observa la foto siguiente de una mujer a la que le sucedió eso. Es
fuerte, pero creo que es útil para darse cuenta de lo serio que puede ser algo
así. No cabe duda de que lo más seguro sería usar inodoros de acero inoxidable para evitar esas posibles roturas pero se usan poco y suelen ser más caros. Son frecuentes en barcos, trenes, aviones, etc.
Algunos no se caen al suelo sino que se caen dentro del inodoro con su
gran trasero encajado en él y después, generalmente por obesidad y por estar
aprisionados, no logra salir fácilmente. En ocasiones necesitan pedir ayuda al
exterior. Una mujer en Kansas estuvo dos días prisionera del inodoro hasta que
un vecino oyó sus gritos.
Otros datos relacionados con inodoros:
Anualmente se consumen en el mundo unos ocho mil millones de kilómetros de papel higiénico. Eso supone varias veces la distancia del Sol a La Tierra. Y la cifra irá en aumento ya que hay millones de personas en el mundo que no tienen papel higiénico aún, por su bajo desarrollo económico, pero que poco a poco se espera que lo tengan.
Unos 2.500 millones de personas de los 7.300 millones que hay en el mundo, en 2014, no tienen inodoros. No sólo es cuestión de desarrollo económico sino que como nunca lo han tenido no tienen interés en él e incluso aunque lo instalen, no lo usan.
Eso está sucediendo actualmente en India, donde se promueve la instalación de retretes y la gente los coloca en sus casas pero después siguen haciendo sus necesidades en la calle porque es la costumbre. Es un auténtico problema en algunas ciudades ya que se pretende una mayor salubridad pública pero es difícil luchar contra los hábitos.
El 80% de las personas coloca el rollo de papel higiénico de forma que
el sobrante sobresale por delante. Pero un 20% no gusta de esa colocación y lo
pone al revés, con el sobrante cayendo sobre la parte de atrás del rollo. El consejo es ponerlo con el sobrante por delante. Del otro modo es fácil que al tirar se desenrrolle demasiado papel y sea incomodo su manejo.
Si entras en unos servicios públicos que tienen diferentes compartimentos con diferentes retretes, el menos usado es el primero. Por ello, es el más limpio normalmente. La gente tiende a ir al fondo siempre que estén libres. El consejo es usar el primer excusado si deseas que tenga menos gérmenes.
En un supermercado alemán se toman muy en serio lo del papel higiénico y permiten probarlo. En un retrete tienen rollos de los que venden, de diferentes marcas y texturas para que los clientes que los deseen puedan probarlos antes de decidir la compra.
Una vez participé en un concurso de poemas dedicados al retrete.
ResponderEliminarHe perdido mi aportación pero quizás intente repetirla