martes, 26 de agosto de 2014

Hijo de Stalin prisionero de Hitler

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Un hecho histórico que parece un guión de cine fue el del hijo de Stalin prisionero de Hitler. En la foto anterior puede verse el momento de la captura. Yakov, que así se llamaba, en postura de paciente espera mientras unos oficiales alemanes charlan entre ellos. 

En Julio de 1941 las tropas alemanas estaban avanzando con éxito en el territorio de la URSS. Varios cuerpos de Ejército Rojo fueron embolsados y capturados. Dos millones de soldados soviéticos se rindieron en el verano de ese año 1941. 

Yakov, el hijo de Stalin, era teniente de una unidad de artillería. Una dura batalla acabó en derrota para los soviéticos y los soldados supervivientes huyeron como cada cual pudo.

Cuando las autoridades de la URSS investigaron para saber que había sido de Yakov se encontraron con un soldado ruso, Popuride,  que había huído con él. Dijo que ambos habían enterrado sus documentos de identificación y se pusieron ropa de paisano.

Caminaron hasta llegar a un lago que había que cruzar. Pero Yakov le dijo a su compañero que siguiera sólo, que el se quedaba a descansar. Aquí vienen las sospechas de que Yakov se dejó capturar por los alemanes. Como veremos a continuación, fue algo que no gustó a su poderoso padre.


Cuando Stalin se enteró dijo que su hijo era un cobarde y que ni siquiera sabía pegarse un tiro. Esto se refería a que de joven, Yakov, por un asunto de faldas, sufrió una reprimenda de Stalin que no quería que anduviera con la chica con la que salía.

Yakov se pegó un tiro en el pecho pero no murió sino que fue hospitalizado tres meses y se recuperó. Después estudió ingeniería y en 1940 se alistó al Ejército Rojo donde fue nombrado teniente de artillería.

Los alemanes informaron a Berlín de que habían hecho prisionero al hijo de Stalin y lo enviaron a un campo de concentración donde había un barracón especial para prisioneros destacados. Entre ellos abundaban oficiales británicos.



Stalin furioso

Cuando los mandos militares soviéticos comprobaron que Yakov había desaparecido en el curso del avance alemán informaron a Stalin. Dieron explicaciones en su informe de cómo habían querido mantenerlo en el Estado Mayor alejado del frente de combate y cómo el interesado se había negado, insistiendo en ir con su batería de artillería al frente.

Temían algún tipo de purga entre los mandos militares por parte de Stalin por haber dejado a su hijo en primera línea de fuego y quisieron dejar bien claro que fue por insistencia del joven por lo que no el colocaron en un puesto más resguardado.

Pero Stalin estaba furioso porque su hijo se había dejado capturar. Stalin había dictado una ley según la cual ningún soldado soviético podía rendirse a los alemanes y hacerlo sería considerado traición penalizada con la pena de muerte. Cuando las tropas soviéticas liberaban campos de concentración alemanes con soldados rusos detenidos los fusilamientos de éstos eran habituales.

Los familiares de los soldados que se rendían eran detenidos y enviados a campos de concentración. Fue lo que Stalin hizo con la mujer de Yakov. Además fue duramente interrogada y acusada de ser la instigadora de que el hijo de Stalin se hubiera dejado caer prisionero.

En el interrogatorio a que fue sometido Yakov por sus captores habló bastante mal de la forma en que el Ejército Rojo abordaba la guerra, enviando a hombres a la batalla sin formación ni material adecuado y acusando a los oficiales y comisarios políticos de incompetencia. No obstante, no se prestó a ninguna colaboración que pudiera ir contra la URSS.

Los alemanes hicieron dos propuestas de intercambio de Yakov con Stalin. Una fue cuando perdieron Stalingrado y el Mariscal Von Paulus se rindió. Propusieron devolver a Yakov a la URSS a cambio de Von Paulus pero Stalin respondió que no cambiaba a un mariscal por un teniente.

Más tarde propusieron el canje por un sobrino de Hitler que había caído en manos de los soviéticos. Pero Stalin también se negó lo que parece que desconcertó al propio Hitler que pensaba que estaba hecho dado que se trataba de un asunto familiar entre ambos líderes.




Muerte de Yakov

Por lo visto Yakov tenía abundantes discusiones con sus compañeros de barracón. Le acusaban de ser sucio y desconsiderado: por ejemplo, a la hora de mantener limpios los retretes que usaban.

El 14 de Abril de 1943 se produjo la muerte de Yakov que tiene toda la pinta de ser un suicidio. Saltó por una ventana del barracón y se dirigió hacia la valla eléctrica que rodeaba la zona para evitar huídas. Yakov llamó a gritos a un centinela de las SS instándole a que le disparase.

El centinela se quedó mirando pero no disparó. Yakov se agarró a la valla eléctrica haciendo ademán de trepar y el centinela de las SS disparó. Durante la investigación el centinela explicó que no había abierto fuego hasta que el fugado se subió a la valla eléctrica y que entonces había disparado aplicando el reglamento.

Según los forenses alemanes que hicieron la autopsia, cuando la bala del centinela entró en la cabeza de Yakov, este estaba ya muerto electrocutado.

Su cuerpo fue incinerado y sus restos envíados a Berlín. Pero con los avatares de la guerra se perdieron y nunca más se supo de los mismos.

Es un misterio lo que indujo a Yakov a dar ese paso suicida. Quizás saber que su padre se había negado a canjearlo en dos ocasiones le indicaba que cuando los rusos llegaran al campo de concentración donde estaba, situado al norte de Berlin, acabarían con él.

Era evidente que el jefe soviético no quería ver a su hijo ni en pintura. El que se dejara coger vivo y no morir en el combate era imperdonable para el dictador soviético que había dictado la normativa de que los soldados debían regresar del frente triunfadores o muertos.

Algunos asesores de Stalin propusieron que su hijo fuera presentado a los ciudadanos de la URSS como un héroe durante la guerra en una campaña de propaganda de las que eran habituales pero el jefe soviético se negó.


Stalin firmó en 1939 un pacto con Hitler por el cual se repartían Europa. Entre otras cosas, la parte occidental de Polonia sería para Alemania y la parte oriental para la URSS. Y así lo hicieron. Tanto Stalin como Hitler eran socialistas aunque diferían en los métodos de combatir a lo que llamaban el sistema capitalista y democrático. Fue Molotov, el Ministro de Exteriores soviético el que informó al embajador polaco en Moscú que Polonia había dejado de existir. Inglaterra y Francia declararon por ello la guerra a Alemania pero no a la URSS. Los soviéticos asesinaron y enterraron en una zona polaca, Katyn, a más de cuatro mil oficiales polacos que habían sido hechos prisioneros en 1940. Y al final de la guerra Polonia quedó en manos de los socialistas rusos. Muchos dijeron, sobre todo los polacos, que la Segunda Guerra Mundial que había empezado con la invasión de Polonia no había servido para nada. En vez de repartirse entre Hitler y Stalin pasó a manos de éste último entera hasta que cayó el Muro de Berlín. Cuando Polonia se liberó del yugo socialista ruso, había sido arrasada y arruinada. La triste realidad es que si hubiera cedido a las pretensiones alemanas de disponer de un paso hacia Danzing, ciudad de población germana en territorio polaco y puerto en el Baltico, entregada al control polaco después de la Primera Guerra Mundial, no hubiera salido tan mal parada. Polonia fue la mayor víctima de la guerra. 

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