Un hecho histórico que
parece un guión de cine fue el del hijo de Stalin prisionero de Hitler. En la foto anterior puede verse el momento de la captura. Yakov, que así se llamaba, en postura de paciente espera mientras unos oficiales alemanes charlan entre ellos.
En
Julio de 1941 las tropas alemanas estaban avanzando con éxito en el territorio
de la URSS. Varios cuerpos de Ejército Rojo fueron embolsados y capturados. Dos millones de soldados soviéticos se rindieron en el verano de ese año 1941.
Yakov, el hijo de Stalin,
era teniente de una unidad de artillería. Una dura batalla acabó en derrota
para los soviéticos y los soldados supervivientes huyeron como cada cual pudo.
Cuando las autoridades de la
URSS investigaron para saber que había sido de Yakov se encontraron con un
soldado ruso, Popuride, que había huído
con él. Dijo que ambos habían enterrado sus documentos de identificación y se
pusieron ropa de paisano.
Caminaron hasta llegar a un
lago que había que cruzar. Pero Yakov le dijo a su compañero que siguiera sólo,
que el se quedaba a descansar. Aquí vienen las sospechas de que Yakov se dejó
capturar por los alemanes. Como veremos a continuación, fue algo que no gustó a su poderoso padre.
Cuando Stalin se enteró dijo
que su hijo era un cobarde y que ni siquiera sabía pegarse un tiro. Esto se
refería a que de joven, Yakov, por un asunto de faldas, sufrió una reprimenda
de Stalin que no quería que anduviera con la chica con la que salía.
Yakov se pegó un tiro en el
pecho pero no murió sino que fue hospitalizado tres meses y se recuperó.
Después estudió ingeniería y en 1940 se alistó al Ejército Rojo donde fue
nombrado teniente de artillería.
Los alemanes informaron a
Berlín de que habían hecho prisionero al hijo de Stalin y lo enviaron a un
campo de concentración donde había un barracón especial para prisioneros
destacados. Entre ellos abundaban oficiales británicos.
Stalin furioso
Cuando los mandos militares
soviéticos comprobaron que Yakov había desaparecido en el curso del avance
alemán informaron a Stalin. Dieron explicaciones en su informe de cómo habían querido
mantenerlo en el Estado Mayor alejado del frente de combate y cómo el
interesado se había negado, insistiendo en ir con su batería de artillería al
frente.
Temían algún tipo de purga
entre los mandos militares por parte de Stalin por haber dejado a su hijo en
primera línea de fuego y quisieron dejar bien claro que fue por insistencia del
joven por lo que no el colocaron en un puesto más resguardado.
Pero Stalin estaba furioso
porque su hijo se había dejado capturar. Stalin había dictado una ley según la
cual ningún soldado soviético podía rendirse a los alemanes y hacerlo sería
considerado traición penalizada con la pena de muerte. Cuando las tropas
soviéticas liberaban campos de concentración alemanes con soldados rusos
detenidos los fusilamientos de éstos eran habituales.
Los familiares de los
soldados que se rendían eran detenidos y enviados a campos de concentración.
Fue lo que Stalin hizo con la mujer de Yakov. Además fue duramente interrogada
y acusada de ser la instigadora de que el hijo de Stalin se hubiera dejado caer
prisionero.
En el interrogatorio a que
fue sometido Yakov por sus captores habló bastante mal de la forma en que el Ejército
Rojo abordaba la guerra, enviando a hombres a la batalla sin formación ni
material adecuado y acusando a los oficiales y comisarios políticos de
incompetencia. No obstante, no se prestó a ninguna colaboración que pudiera ir
contra la URSS.
Los alemanes hicieron dos
propuestas de intercambio de Yakov con Stalin. Una fue cuando perdieron
Stalingrado y el Mariscal Von Paulus se rindió. Propusieron devolver a Yakov a
la URSS a cambio de Von Paulus pero Stalin respondió que no cambiaba a un
mariscal por un teniente.
Más tarde propusieron el
canje por un sobrino de Hitler que había caído en manos de los soviéticos. Pero
Stalin también se negó lo que parece que desconcertó al propio Hitler que
pensaba que estaba hecho dado que se trataba de un asunto familiar entre ambos
líderes.
Muerte de Yakov
Por lo visto Yakov tenía
abundantes discusiones con sus compañeros de barracón. Le acusaban de ser sucio
y desconsiderado: por ejemplo, a la hora de mantener limpios los retretes que
usaban.
El 14 de Abril de 1943 se
produjo la muerte de Yakov que tiene toda la pinta de ser un suicidio. Saltó
por una ventana del barracón y se dirigió hacia la valla eléctrica que rodeaba
la zona para evitar huídas. Yakov llamó a gritos a un centinela de las SS
instándole a que le disparase.
El centinela se quedó
mirando pero no disparó. Yakov se agarró a la valla eléctrica haciendo ademán
de trepar y el centinela de las SS disparó. Durante la investigación el
centinela explicó que no había abierto fuego hasta que el fugado se subió a la
valla eléctrica y que entonces había disparado aplicando el reglamento.
Según los forenses alemanes
que hicieron la autopsia, cuando la bala del centinela entró en la cabeza de
Yakov, este estaba ya muerto electrocutado.
Su cuerpo fue incinerado y
sus restos envíados a Berlín. Pero con los avatares de la guerra se perdieron y
nunca más se supo de los mismos.
Es un misterio lo que indujo
a Yakov a dar ese paso suicida. Quizás saber que su padre se había negado a
canjearlo en dos ocasiones le indicaba que cuando los rusos llegaran al campo
de concentración donde estaba, situado al norte de Berlin, acabarían con él.
Era evidente que el jefe
soviético no quería ver a su hijo ni en pintura. El que se dejara coger vivo y
no morir en el combate era imperdonable para el dictador soviético que había
dictado la normativa de que los soldados debían regresar del frente
triunfadores o muertos.
Algunos asesores de Stalin
propusieron que su hijo fuera presentado a los ciudadanos de la URSS como un
héroe durante la guerra en una campaña de propaganda de las que eran habituales
pero el jefe soviético se negó.
Stalin firmó en 1939 un pacto con Hitler por el cual se repartían Europa. Entre otras cosas, la parte occidental de Polonia sería para Alemania y la parte oriental para la URSS. Y así lo hicieron. Tanto Stalin como Hitler eran socialistas aunque diferían en los métodos de combatir a lo que llamaban el sistema capitalista y democrático. Fue Molotov, el Ministro de Exteriores soviético el que informó al embajador polaco en Moscú que Polonia había dejado de existir. Inglaterra y Francia declararon por ello la guerra a Alemania pero no a la URSS. Los soviéticos asesinaron y enterraron en una zona polaca, Katyn, a más de cuatro mil oficiales polacos que habían sido hechos prisioneros en 1940. Y al final de la guerra Polonia quedó en manos de los socialistas rusos. Muchos dijeron, sobre todo los polacos, que la Segunda Guerra Mundial que había empezado con la invasión de Polonia no había servido para nada. En vez de repartirse entre Hitler y Stalin pasó a manos de éste último entera hasta que cayó el Muro de Berlín. Cuando Polonia se liberó del yugo socialista ruso, había sido arrasada y arruinada. La triste realidad es que si hubiera cedido a las pretensiones alemanas de disponer de un paso hacia Danzing, ciudad de población germana en territorio polaco y puerto en el Baltico, entregada al control polaco después de la Primera Guerra Mundial, no hubiera salido tan mal parada. Polonia fue la mayor víctima de la guerra.
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