El que se ve en la foto al
lado del dictador alemán es Erich Kempka, el hombre que incineró el cadáver de
Hitler y su esposa Eva Braun, después de que se hubieran suicidado en el bunker
que estaba en los sótanos del edificio.
Kempka era el conductor
personal de Hitler desde 1932, cuando era un joven de 22 años y formó parte de
su séquito hasta el final. Se presentó a una convocatoria de una plaza de chófer y se llevó la sorpresa de que fue entrevistado por el propio mandatario. Hitler consideraba que su vida dependía en gran medida de su chófer, el cual debía ser de su entera confianza, de ahí que se tomara mucho interés en seleccionarlos personalmente.
El chófer escribió un libro de memorias después de la Segunda
Guerra Mundial donde habla de esos trece años al lado del dictador. Hay una primera fase que es
cuando recorren Alemania haciendo miles de kilómetros para realizar campaña
electoral. Después viene una segunda fase que es cuando Hitler llega al poder
en 1933. Y la tercera fase es la de la guerra que comienza en 1939, con la
firma del tratado entre la URSS y Alemania para repartirse Polonia entre otras
cosas.
Kempka dice que Hitler le trataba
paternalmente y como un amigo y que era muy aficionado a los coches. Kempka fue
ascendido a Jefe de Vehículos de la Cancillería y se ocupaba entre otras cosas de
inspeccionar la construcción de coches oficiales.
En el libro relata como hizo
honor a la palabra dada a su jefe y procedió a quemar su cadáver con unas
decenas de litros de gasolina que logró reunir en aquellas difíciles
circunstancias cuando los rusos estaban ya por todas partes en Berlín y era
cuestión de horas que localizaran el bunker.
El 30 de Abril de 1945
Hitler se despidió del personal que estaba en el bunker y se encerró en su
despacho junto a Eva Braun. Ella se tomó una cápsula de cianuro y falleció. El
Fuhrer se tomó otra cápsula y al tiempo se pegó un tiro en la cabeza.
Eva Braun con Hitler en los tiempos felices para ellos.
El jefe de personal Heinz
Linge oyó el disparo y esperó unos minutos llamando a la puerta. Al ver que no
contestaba nadie la abrió y vio la escena. El cuerpo de Hitler,
envuelto en una alfombra, fue sacado del bunker por Linge y el coronel ayudante Gunshe. Por el mismo procedimiento fue sacado el de Eva Braun por
Martin Bormann y Kempka. Ella nunca fue del agrado de Bormann y no se anduvo
con muchos miramientos a la hora de manipular sus restos, a los que trató de
malos modos.
La incineración no
fue total aunque suficiente para desfigurar los cadáveres del Fuhrer y de Eva
Braun. Los enterraron algo pero tampoco pudieron mucho. Cuando los rusos llegaron allí registraron todo hasta que encontraron el 7 de mayo la tumba improvisada en el patio exterior del bunker. Se llevaron los cadáveres y nunca más se supo de ellos a ciencia cierta.
Hacía mucho viento en el
patio del búnker y era difícil mantener encendida una llama. Bormann fabricó
una antorcha y una vez que la encendió en una zona resguardada, se la pasó a
Kempka para que procediera a inflamar la gasolina vertida sobre los cadáveres.
Los rusos forzaron también
las cajas fuertes de la Cancillería y del bunker llevándose todos los
documentos secretos allí guardados. Probablemente habría documentos
comprometedores para Stalin con motivo del pacto firmado con Alemania en 1939.
Huída de Kempka
Después de la incineración, tanto Martin Bormann como Kempka decidieron huir hacia la zona alemana que estaba siendo invadida por los norteamericanos considerando que en ella serían mejor tratados que en la zona rusa. Se unieron a una caravana de tanques. Bormann se subió a uno de ellos colocándose detrás de la torreta. Kempka iba andando detrás del tanque.
Un obús alcanzó al tanque y voló la torreta matando a Bormann, que salió despedido al suelo. Kempka fue también lanzado al suelo por la onda expansiva pero sobrevivió y logró llegar a la zona norteamericana.
Huída de Kempka
Después de la incineración, tanto Martin Bormann como Kempka decidieron huir hacia la zona alemana que estaba siendo invadida por los norteamericanos considerando que en ella serían mejor tratados que en la zona rusa. Se unieron a una caravana de tanques. Bormann se subió a uno de ellos colocándose detrás de la torreta. Kempka iba andando detrás del tanque.
Un obús alcanzó al tanque y voló la torreta matando a Bormann, que salió despedido al suelo. Kempka fue también lanzado al suelo por la onda expansiva pero sobrevivió y logró llegar a la zona norteamericana.
Una semana después de la firma del pacto entre la URSS y Alemania, el 1 de Septiembre de 1939, las tropas alemanas entran en Polonia por Occidente y a continuación las rusas lo hacen por el Este en una pinza mortal. Inglaterra y Francia declaran la guerra a Alemania, (curiosamente no a la URSS) y comienza la Segunda Guerra Mundial. Al final de la misma Polonia acabó en manos de la URSS.
Caja fuerte del bunker donde se aprecian en las esquinas de la puerta los efectos de las llamas del soplete con que los soviéticos la abrieron llevándose su contenido.
Militares norteamericanos y un periodista de Life revisan la tumba donde Kempka enterró a su jefe y a Eva Braun después de incinerar sus cadáveres con gasolina. La tumba había sido vaciada por los soviéticos días antes.
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