lunes, 26 de mayo de 2014

El hombre más canalla de la historia

hombre mas canalla de la historia
Creo que el hombre más canalla de la historia fue Gengis Kan. Es verdad que han existido muchos a cada cual más espantoso pero si nos atenemos a sus masacres, nadie ha podido superar a este monstruo mongol.

En la época de Gengis Kan había en el mundo unos cuatrocientos millones de personas. Este hombre dio muerte con sus conquistas al diez por ciento, a unos cuarenta millones. Ni siquiera las guerras modernas con todo su potencial de armas destructivas produjeron tal matanza en proporción a la población mundial.

Ciudades enteras e incluso reinos enteros fueron arrasados y todos sus hombres asesinados. Las mujeres eran raptadas y violadas, sirviendo como esclavas. Millones de hectáreas de tierra cosechada quedo en barbecho por falta de población para atenderla.

Original de Mongolia, al norte de China, agrupó a las tribus que allí había, que eran bandas de asaltantes y violadores. Logró formar un ejército de noventa mil hombres y con ellos conquistó China que tenía un millón de soldados. Naturalmente no se enfrentó a ellos de golpe sino que fueron sucesivas batallas. China estaba dividida en cuatro reinos y fueron cayendo uno tras otro.

Las hordas mongoles eran sinónimo de terror y de destrucción. Sembraron el pánico en la enorme zona que va desde el Mar Caspio hasta Hong-Kong: las dos terceras partes del mundo conocido entonces. 

Su táctica militar era novedosa. Simulaba huir en plena batalla y cuando el enemigo daba por ganado el combate, las fuerzas mongoles se daban la vuelta y arremetían contra un enemigo desprevenido.


El arco era pequeño y manejable a caballo pero muy tenso. Sus flechas tenían un gran alcance y capacidad de penetración. Emitían un silbido peculiar en el aire. Ese silbido permitía a los arqueros guiarse para su siguiente lanzamiento. 

Pero su verdadero arma era el terror. Cuando hacía una carnicería en una ciudad, exponía restos humanos por todos los sitios para que la gente de los alrededores se asustara y se sometiera a su poder. Lanzaba cadáveres con catapultas dentro de las ciudades asediadas. Todo lo que fuera terrorífico era empleado. 

La gente ya pudo tomar nota de lo que le esperaba cuando supo que había mandado ejecutar a su díscolo hermano por el procedimiento de que le rompieran la columna vertebral. 

Con ese método conquistó Persia, Oriente Medio y se extendió por Rusia llegando hasta la Europa central. Muerte y destrucción es lo que dejaba a su paso. Los bosques los quemaba para que pudiera operar su caballería, que era su principal arma de combate. Los mongoles manejaban sus caballos con las piernas y podían disparar el arco al galope con las manos libres.

Expansión, saqueo y violaciones:

La expansión de los mongoles no tenía otro objetivo que la conquista para la rapiña. Eran hordas de tribus unidas para la guerra de saqueo y violación. Sin la guerra, se disolverían. Cada año debía haber una nueva campaña sobre algún reino o región para combatir e incautar las cosechas y las mujeres. 

Cuando una ciudad o región era masacrada, las niñas y chicas vírgenes eran preservadas. Se exponían ante Gengis Kan que elegía para violar a las que más le gustaban. Después se seguían repartiendo las otras entre sus oficiales y finalmente entre la soldadesca.

Violó a miles de mujeres calculándose que dejó unos 16.000 descendientes. Decía que matar y violar eran los mayores placeres de la vida. Hoy día hay unos 16 millones de personas en Asia que son descendientes genéticos de Gengis Kan.

La actividad erótica de Gengis Kan era notable. Tenía 36 esposas oficiales, un montón de concubinas y una reserva permanente de jóvenes vírgenes esperando ser violadas. Parian hijos sin cesar. Los hijos varones eran enseñados en el uso de las armas desde pequeños y en cuanto tenían un mínimo de fuerza física eran incorporados a la guardia personal del gran Kan. 


La muerte del carnícero:

No se sabe exactamente de qué murió. Unos dicen que de resultas de una caída de caballo. Otros apuntan a una infección de una herida y también se ha barajado que fuera el tifus.

Sea como sea, fue enterrado en un sitio secreto que aún se desconoce en 2014. Su tumba la ordenó preparar él cuando vivía y todos los trabajadores que la construyeron fueron ejecutados para que no contaran en que sitio estaba.

Con él se enterró un fastuoso tesoro obtenido en sus rapiñas por Asia y Europa. También se sacrificaron a docenas de chicas vírgenes  cuyos cuerpos fueron enterrados con él. Según lo que se sabe fueron cuarenta chicas y cuarenta caballos los sacrificados para ser enterrados con el sátrapa.

Al funeral acudieron unos dos mil invitados y al finalizar, todos fueron ejecutados para que al volver a sus lugares de orígen no pudieran decir donde estaba enterrado.

Dejó establecido una cadena de asesinatos donde unos mataban a otros para que se borrara el rastro del lugar donde reposa el monstruo mongol. Los que ejecutaron a los últimos no tenían ni idea del lugar a donde había sido llevado. 

El misterio de la tumba:

Aunque muchos equipos de arqueología o caza tesoros lo han intentado hasta ahora, en 2014, no han logrado dar con la tumba del carnicero mongol. Como nació en la región de Tuva, cerca del lago Baikal, que actualmente es de Rusia, muchos creen que fue enterrado por allí. 

Se ha recurrido a la inspección de fotos vía satélite que muestran extensas áreas de Rusia y de Mongolia para ver si se aprecian distorsiones del terreno que puedan indicar que allí hay un importante túmulo funerario pero sin éxito. 

Por lo que se sabe la construcción funeraria está bajo el suelo. Los cientos de hombres que participaron en su entierro y que después serían asesinados, hicieron correr miles de caballos sobre la tumba para que el terreno quedara aplanado y disimulado. 


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