En Marzo de 2016 se crea un conflicto político con la estrella roja de una famosa cerveza. El gobierno húngaro dictó una propuesta de ley para prohibir símbolos comunistas y considerando que el emblema de esa cerveza era el del comunismo que dejó al país arrasado años antes.
Heineken alegó que su estrella roja es símbolo de la empresa desde finales del siglo XIX, antes de que se instaurara el comunismo. Y que se emplea en las botellas y latas que se venden en todo el mundo sin ánimo político.
Lo más probable es que las cosas vuelvan a su cauce: los símbolos comunistas están prohibidos en Hungría si se usan como provocación. Y no es el caso de la cervecera ni de alguna otra empresa que usa estrellas similares.
Lo cierto es que hubiera sido buena cosa que en toda Europa se hubieran prohibido todos los símbolos que representan a movimientos totalitarios y que condujeron a la Segunda Guerra Mundial y el posterior arrasamiento por el comunismo de muchos países.
Y ahora, para terminar, una reflexión: