El robot que causó pánico en la Bolsa fue un ordenador programado para lo que se conoce como
compra-venta de alta frecuencia. Ese tipo de robots se usan para
emitir órdenes de comprar o vender acciones en cualquier momento de acuerdo con
unos parámetros prefijados por sus programadores. Una de esas máquinas,
perteneciente a un fondo de pensiones norteamericano hizo caer la Bolsa de Nueva
York un 10% en poco menos de medio minuto. Mucho dinero se volatilizó en pocos instantes.
Sucedió el 6 de Mayo de
2010. Al mediodía, de repente, el robot emitió casi tres mil órdenes de venta
de paquetes de acciones. Ciertas condiciones para las que estaba programado se
dieron y el aparato actuó como le habían ordenado. Algunos valores bien valorados
en la Bolsa cayeron a casi cero. El pánico se apoderó de Wall Street y se
extendió por el mundo a otras bolsas. Se pensó de todo. Que podía deberse a un
ataque de un cracker que quería crear el caos financiero o que algún virus se
había introducido en el sistema informático de la Bolsa de Nueva York que
estaba colapsada.
Esa masiva cantidad de
órdenes de venta inicial provocó que otros robots actuaran vendiendo a su vez
más valores. La avalancha de ventas en cuestión de segundos amenazó con hundir
a las principales empresas del mercado de valores. Los precios de las acciones caían pero nadie podía comprar a esa velocidad y ante ese aluvión de órdenes de venta.
¿Cómo se detuvo el crack?.
Alguien en la Bolsa de Chicago tuvo la idea de paralizar las cotizaciones
durante unos segundos. Ello hizo que las avalanchas de venta procedentes de los
robots se detuvieran. Probablemente sus programas se interrumpieron en el
momento que el mercado estaba paralizado, algo para lo que no estaban
programados.
La introducción de los
ordenadores conectando a todo el mundo en tiempo real hace que las operaciones
de Bolsa gocen de un dinamismo enorme. Y si tiene su parte buena, también tiene
su peligro. Hay poco lugar para la meditación y mucha reacción en automático.
Ello conlleva que sin causa real, se puedan producir alzas o desplomes de Bolsa
injustificados. Y también que se puedan producir manipulaciones del mercado.
Como se comprobó en ese incidente de Mayo de 2010, un simple ordenador puede
emitir tal cantidad de órdenes de ventas en unos segundos que induzca a hacer que se produzca un descalabro financiero
a nivel mundial.
El robot se fue de juerga con bellas damas a costa de los beneficios
1 comentarios :
Espero que la crisis no haya sido culpa de uno de estos artilugios :-(
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