10 motivos para procrastinar: vagancia

Antes de exponer los 10 motivos para procrastinar hablaré algo sobre el tema. No está claro que dejar cosas que uno debe hacer para mañana sea vagancia pero la verdad es que hay una línea divisoria muy difusa.

La procrastinacinación es un término bastante usado en inglés y menos en español, a pesar de que proviene de la palabra latina “procrastinare” que venía a significar más o menos “el día siguiente a hoy”. La traducción de la palabra actual inglesa “procrastination” podría ser “dilación”.

Hay que fijarse que se dice "procrastinar" y no "procastinar". No es una palabra sencilla y es fácil comerse la segunda erre. Quizás por ello no haya sido más empleada en español. 

Acaso se emplea más en el mundo anglosajón porque queda más fino que hablar de procrastinacion que de zanganear. Un procrastinador suena más elegante que un gandul.

El procrastinador le da la vuelta al dicho popular de “no dejes para mañana lo que puedas hacer hoy” para convertirlo en “no hagas hoy lo que puedas dejar para mañana”.

Se basa en otra perla de la sabiduría secular que dice que “no por mucho madrugar amanece más temprano” y reforzada por aquella otra de “quien madruga, encuentra todo cerrado”.

También ha de tenerse en cuenta la Ley de Parkinson que establece que cuanto más tiempo tengas para realizar algo, más tiempo tardarás en hacerlo.

Y a eso se suma la Ley de Trivialidad de Parkinson que establece que el tiempo dedicado a cualquier cosa es inversamente proporcional a su importancia.

Tendencia psicológica a procrastinar: 

Existe una hostilidad innata a abordar tareas que no son agradables, o son muy laboriosas, o son muy complicadas. Y la postura también innata como solución momentánea es postergar su ejecución. 

Mañana es un paraíso, una especie de papelera celestial donde amontonar las cosas que uno debe hacer pero que no quiere hacer. Son generalmente las cosas obligatorias, que hay que hacer por fuerza. Algo relacionado con el trabajo, un compromiso familiar o un corte de uñas. Incluso la muerte se deja para mañana.

El que dilata la ejecución espera que la tarea sea mañana menos desagradable, menos laboriosa o menos complicada. Es un pensamiento instintivo pero irracional porque al disponer de menos tiempo lo más fácil es que la ejecución sea más difícil. Aunque también puede suceder que mañana se aborde con más sabiduría que hoy.

El día que más se procrastina es el primer día del año. Montones de planes y buenas intenciones son tomadas. Incluso se hacen excesos ese día pensando que mañana será el comienzo de una nueva etapa vital. Mañana se dejarán vicios, se adquirirán virtudes, se harán dietas. 

El problema es que quizás nos asignamos demasiadas tareas para mañana. De ahí que como decía el meme del principio del artículo, también hay que dejar algunas cosas para pasado mañana. No se puede hacer todo el mismo día.

Incluso hay cosas que hay que dejar para la próxima semana, otras para el próximo mes y algunas, hasta para el próximo año. Las precipitaciones nunca son buenas. 

Los hay que son expertos en postergar las cosas hasta el futuro. Profetas, vendedores de paraísos, ideólogos catastrófistas, etc, hacen negocio de ello. Como el futuro nunca llega, por eso es futuro, es la dilación perfecta. 

Los diez motivos para procrastinar

Llegó el momento de exponer lo que nos ha traído hasta aquí. Me lo temía. Siento decirte que no me ha dado tiempo a prepararlas. Pero mañana seguro que las tengo. 

 Y tú, ¿procrastinas o vagueas?.