Desde un punto de vista
militar, el mayor error de Hitler fue declararle la guerra a Estados Unidos. Si
ya tenía dos frentes abiertos en Europa, el Occidental, con la ocupación de
Francia, Bélgica, Holanda, etc, y el Oriental, con la invasión de su antiguo
socio, la URSS, acabó de rematarla con la apertura de un tercer frente, el
Atlántico, por así decirlo. Cometió un fallo histórico.
El 8 de Diciembre de 1941,
después del sorpresivo ataque japonés a la flota norteamericana del Pacífico en
Pearl Harbour (Hawai), EE.UU. se vió obligado a declarar la guerra a Japón.
Tres días después, Hitler le
declara la guerra a los norteamericanos. No fue pues algo precipitado e
inmediato como obligado por alguno de los tratados que Alemania tenía con los
japoneses. El dictador nacional socialista lo estuvo sopesando y se estima que
esa decisión fue personal suya.
Lo normal es que hubiera
reunido a sus mariscales y hubiera escuchado sus opiniones, sin duda contraria
a seguir expandiendo el campo de batalla. Pero no lo hizo.
Parece increíble que un tío
tan hábil y malévolo como para conseguir todo el poder que consiguió tomara una
decisión tan estúpida. Ya sabía que los norteamericanos estaban ayudando a
Inglaterra con petróleo, armamento y materias primas, algo fundamental para un esfuerzo de
guerra.
La entrada en guerra con los
norteamericanos sólo podía conducir como mínimo a que Inglaterra se convirtiera
en un gigantesco portaviones a poca distancia de Alemania y recibiendo ayuda de
EE.UU. ya en plan militar de forma abierta.
Las fábricas norteamericanas
se reconvirtieron. De las empresas de coches empezaron a salir tanques, de las
aeronaúticas comenzaron a salir aviones de combate y de las que fabricaban máquinas
de escribir empezaron a salir ametralladoras. Los astilleros comenzaron a
producir destructores en serie.
Además de suministrar a
Inglaterra, los norteamericanos comenzaron a enviar material a los soviéticos.
Por ejemplo, más de veinte mil aviones fueron entregados a la URSS aparte de
otro material de combate diverso. El número de camiones fabricados en USA
llegaron a la URSS en número gigantesco permitiendo la movilidad de las tropas
soviéticas.
En la enloquecida lógica de
la guerra se había pasado de que el Partido Nacional Socialista Alemán (NAZI)
fuera aliado de la URSS en 1939 cuando el pacto Alemania-URSS a que en 1941
fueran los EE.UU. los que se aliaran con los soviéticos. Lo cual fue un gran
error estratégico, ya que sólo condujo que media Europa quedara al final bajo
el yugo comunista. Muchos dijeron que se había hecho una guerra brutal para
nada.
Para entender a este personaje no hay que olvidar que era socialista además de nacionalista. Además era austriaco. Huyó de Austria hacia Alemania para no ser movilizado por el ejército austriaco. Y cuando estalló la Primera Guerra Mundial, fue movilizado por el ejército alemán.
La firma del pacto entre Alemania y Rusia permitió que la URSS comenzara a enviar petróleo y otras materias primas a los alemanes. Se repartieron Europa. Un año y medio más tarde Hitler rompió el pacto queriendo quedarse con todo.
Otro error previo
Hitler había cometido otro
error previo. En 1939 había firmado un pacto con la URSS para repartirse
Europa. Entre otras cosas, Alemania se quedaría con una parte de Polonia y los
soviéticos con otra parte. Finlandia sería para la URSS, a la que invadió.
Ese pacto permitió que petróleo
y materias primas comenzaran a llegar en trenes sobre todo desde Rusia a
Alemania. Eran trenes modificados en sus ejes para que no tuvieran mucho
problema en hacer frente al cambio de ancho de vía. El ancho de las vías de
ambos países era diferente. Los vagones llevaban doble rueda, por así decirlo.
En los carriles soviéticos rodaban unas y en los alemanes, otras.
Hitler no hubiera podido
mover su ejército sin ese suministro soviético, sobre todo de petróleo.
Alemania no tenía petróleo y su flota no era lo suficientemente potente como
para asegurar un tráfico de combustible desde los lugares de producción.
Ante el desastre de la URSS
durante su invasión de Finlandia, Hitler pensó que eran unos incapaces a los
que se podía merendar fácilmente y apoderarse del petróleo ruso del Caucaso sin
tener que pagarlo. No calibró que abría un frente de miles de kilómetros con
una sociedad donde la gente no estaba contada. Y que mientras llegaba a
conquistar dicho petróleo y otras materias primas, no habría suministro de las
mismas como estaba habiendo y que le había permitido ocupar Francia, Bélgica,
Holanda, etc…
El 1 de septiembre de 1939 las
tropas alemanas invaden Polonia. Por parte de la URSS, las tropas soviéticas
entraron también en territorio polaco el 17 de septiembre haciendo una pinza mortal . El Ministro de Exteriores de la URSS,
Molotov, comunica al embajador polaco que Polonia había dejado de existir. Francia
e Inglaterra declaran la guerra a Alemania pero no a la URSS, también invasora
y socia de Hitler.
Dos errrores fatales
Fueron pues dos errores
fatales. Hitler controlaba la Europa Occidental prácticamente y tenía un pacto
con sus primos ideológicos (Hitler era socialista anti capitalista), los
comunistas de la URSS, que además le suministraban materias primas esenciales. Podía
haberse parado ahí. Era el hombre más poderoso del mundo en ese momento. Podía
imponer sus condiciones. Pero no se paró.
En realidad era un necio que
había tenido suerte. Había ocupado Austria y Checoslovaquia sin disparar un
tiro. Y después del pacto con la URSS, se lanzó sobre Polonia. Ello hizo que
Francia e Inglaterra le declararan la guerra. Pero ocupó Francia, así como
Bélgica, Holanda, Noruega, etc., aunque ya disparando en una guerra relámpago.
Pero Alemania no tenía
recursos básicos de materias primas ni flota suficiente para una guerra
prolongada. Lo que menos necesitaba era enemigos de “fondo”, como eran la URSS
o EE.UU. Rusia es inmensa y EE.UU. es una potencia industrial. No se pueden derrotar en una guerra relámpago
que era la única que Alemania podía ganar.
Hitler contradictorio
El declarar la guerra a
EE.UU. puede considerarse contradictorio con los planes originales de Hitler:
uno de los motivos de romper su pacto con la URSS y lanzarse a invadirla
convencido de su rápida derrota era que esperaba que con ello Inglaterra acabara
claudicando y aceptara firmar un armisticio con Alemania con las condiciones
que ésta impusiera.
La invasión de la URSS
comenzó con seis semanas de retraso, lo cual aconsejaba posponerla ya que iba a
ser difícil llegar a Moscu y controlar el centro del complejo ferroviario
soviético antes de que llegara el invierno. Pero no se pospuso porque a Hitler
le urgía derrotar a la URSS en la esperanza de que Inglaterra claudicara.
Ello se basaba en que una de las
esperanzas del Primer Ministro británico Churchill era que Stalin rompiera el
pacto con Hitler y se lanzara sobre Alemania. Hitler esperaba que la derrota de
la URSS acabara con esa esperanza y minara la capacidad de resistencia
británica.
Al declarar Hitler la guerra
a EE.UU. acabó con la esperanza de que Inglaterra claudicara. Churchill había
intentado desde el principio que los norteamericanos se implicaran en la guerra
contra Alemania pero la población estadounidense no estaba por la labor.
El gobierno norteamericano
había hecho campañas de propaganda contra Hitler pero los ciudadanos no querían
implicarse en una guerra europea. Y mucho menos si iban a luchar en el mismo
bando que los comunistas rusos.
Al declarar Hitler la guerra
a EE.UU. despejó los caminos políticos y de opinión pública para que la ciudadanía norteamericana aceptara entrar en el conflicto. El gobierno de EE.UU. empezó a
hacer una campaña según la cual Stalin no era tan malo como se decía y en la
propaganda se le dio el apelativo cariñoso del “tío Joe”.
Puede decirse que en Noviembre de 1940, fecha en que se tomó esta fotografía, Alemania y la URSS eran los dueños de Europa. Pero dos monstruos como Hitler y Stalin no podían coexistir juntos mucho tiempo. El objetivo de ambos era acabar con las sociedades democráticas e instaurar el socialismo pero sólo uno podía ser el macho Alfa que lo hiciera. Y Hitler creyó que el macho Alfa era él. Pero se equivocó. Al final ganó Stalin, que no sólo se quedó con Polonia, sino con Alemania Oriental, Checoslovaquia, Hungría, Rumanía, Bulgaria, etc.
¿Porqué lo hizo?
El porqué Hitler se metió en
ese charco en Diciembre de 1941, cuando tenía a un gran ejército alemán
empantanado en Rusia, casi congelado por el duro “general invierno”, es algo
que aún se sigue discutiendo.
Alemania tenía un pacto con
Japón pero no le obligaba a entrar en guerra con los norteamericanos: ese pacto
sólo obligaba a ello si era Japón el atacado, no el agresor como había sido.
Y curiosamente, Hitler, al
ponerse al lado de los japoneses contra los norteamericanos, no exigió a Japón
que declarase la guerra a la URSS, que es lo único que hubiera compensado algo
su descabellada decisión: el que la URSS tuviera un nuevo frente en su parte
oriental.
O sea, que le hizo un gran
favor a Japón sin obtener una contrapartida similar. Es difícil ver cual
beneficio creía obtener Hitler con esa declaración de guerra que sólo podía
complicarle las cosas.
No hace falta ser un gran
estratega para darse cuenta de que si estás en guerra con las tres grandes
potencias de la época, EE.UU., Inglaterra y la URSS, así como los aliados de ellos, no puedes ganar. Tarde o
temprano pierdes.
Es difícil de entender como
los generales alemanes más sensatos no planearon inmediatamente un golpe de
Estado o algo similar para parar la locura. Sin duda Hitler acumulaba un poder
brutal y un gran número de seguidores fanáticos, pero era evidente que se había
pasado de rosca.
¿Cómo lo justificó?.
Hitler dio un discurso en el
Parlamento alemán para justificar la declaración de guerra contra EE.UU.
Presenta al presidente norteamericano Roosevelt como un niño bien nacido rico y
capitalista mientras que él, Hitler, fue un niño pobre y que se labró su propio
éxito con el Partido Nacional Socialista. O sea, recurre al viejo argumento
socialista de la lucha de clases como si un niño rico fuera malvado por sistema
y un niño pobre bueno y bondadoso.
Expuso que consideraba a
Roosevelt un enfermo mental (lo que era en realidad Hitler). Y justificó el
ataque japonés a traición a la flota del Pacífico norteamericana diciendo que
Japón había perdido la paciencia con un presidente que les estaba continuamente
engañando y que estaba al servicio de los judíos.
Y de forma marrullera, acaba
el discurso diciendo que declara la guerra a EE.UU. haciendo honor al pacto de
defensa firmado con Japón. O sea, miente de forma descarada. El tratado no le
obligaba a tal cosa. De hecho, Japón no declaró la guerra a la URSS porque la
URSS había sido invadida por Alemania, no al revés.
Mi opinión
Los líderes populistas y
demagogos que tanto abundan en el socialismo se basan en gran medida en la
propaganda y la manipulación de las masas. Las malas noticias han de ocultarlas
con otras noticias nuevas a ser posible impactantes.
Hitler se encontraba en
Diciembre de 1941 con un gran ejército empantanado en la URSS porque el
invierno lo estaba congelando. Y los aviones británicos estaban bombardeando
ciudades alemanas.
Los tiempos felices en que
todo era conquistar y avanzar se habían detenido. La guerra empezaba a tomar el
rumbo de guerra de desgaste. En la mentalidad del demagogo Hitler acostumbrado
a vencer y arrollar, eso era un fracaso desde el punto de vista de la
propaganda.
Así, que en un arrebato de
chulería, decidió dar un paso que era fatal. Pero de momento, toda la atención
se volcaba sobre esa nueva situación: la guerra con EE.UU. Los fanáticos
seguidores suyos se dirían, “oh, tan mal no estamos si somos capaces de
declarar la guerra a otra potencia”. Y los generales estarían muy ocupados
afrontando la que se venía encima en vez de pensar en suprimir al dictador. Y
eso es lo que pasó. Hitler ganó tiempo, lo único que preocupa a los populistas,
aunque fuera a costa del fracaso total.
En definitiva aplicó el lema
de los líderes populistas totalitarios y colectivizadores: cuanto mayor sea el
enemigo externo mayor será mi poder interno.
Conclusión:
Es posible que Alemania
hubiera podido derrotar a la URSS o al menos, arrebatarle parte de su
territorio, tal que Bielorrusia y Ucrania y hasta apoderarse de los campos de
petróleo del Caucaso. Pero esa posibilidad desapareció cuando Hitler le declaró
la guerra a EE.UU.
Quizás pensó que EE.UU.
tenía bastante con hacer frente a Japón en el Pacífico pero no está claro que creyó
que podía ganar Alemania con esa declaración de hostilidades.
Una vez que una potencia industrial
se pone a fabricar armamento, lo produce como churros. Hitler tenía que
saberlo: lo estaba haciendo Alemania. Pero EE.UU. era una potencia industrial
mayor y además estaba fuera del alcance de las armas alemanas: todo un océano
les separaba y ni la flota alemana ni su aviación tenían capacidad para operar
allí.
Puede llegarse a la
conclusión de que Hitler perdió la guerra ese día, cuando declaró la guerra a
EE.UU. Desde el 11 de Diciembre de 1941,
Alemania estaba derrotada. Un mentecato nacional socialista, (dos ideologías
perversas juntas), llevó a su país a casi un suicidio colectivo.
2 comentarios :
El IIIReich ataca a Rusia debido a que sabe que Stalin va a invadir toda Europa. El IIIReich tiene vencido al Imperio Británico en todos los frentes: Noruega, Maditerráneo, Atlántico y desierto de África.
Tenga Vd. en cuenta que la mayor máquina de matar humanos en el siglo XX fue el Ejército Rojo (100 millones de personas), pero eso no vende ya que los jefes de ése ejército eran de cierta religión. Y que en cierto país democrático de Oriente Madio tiene un monumento a ésa máquina de matar. ¿A que es curioso?
La forma de Stalin de infiltrarse en Europa era a través de los partidos comunistas de los diferentes países. Y con el pacto con Alemania de 1939 los partidos nacional socialistas y comunistas europeos comenzaron a trabajar juntos.
Stalin invadió Polonia y Finlandia de acuerdo con el pacto con Alemania pero no pudo digerirlas, sobre todo Finlandia, porque el Ejército Rojo era totalmente incompetente. Stalin no podía de ningún modo invadir Europa militarmente porque no tenía fuerzas para ello.
Incluso cuando los alemanes entraban en la URSS, Stalin no se lo creía. Había tanques alemanes por toda Bielorrusia y Ucrania mientras trenes soviéticos con petróleo y minerales seguían entrando en Alemania.
Stalin creía tener bien amarrado a Hitler con su pacto de reparto de Europa y no daba crédito a que Hitler lo rompiera. De hecho a quién Stalin tenía miedo era a Japón. Montones de tropas estaban en la zona oriental de la URSS y le costó tener que enviarlas al frente occidental contra Hitler cuando los alemanes estaban a punto de entrar a Moscú.
De todos modos, la decisión de Hitler de invadir la URSS fue algo parecido a lo de Napoleón cuando hizo lo mismo. Confesó en sus memorias que no sabía porqué lo había hecho.
Los planes de Hitler una vez conquistado Bielorrusia, Ucrania y gran parte de Rusia fueron erráticos. Cuando estaba a punto de tomar Moscú, que hubiera controlado la red ferroviaria centralizada soviética, ordenó a gran parte del Ejército desviarse hacia Ucrania.
Cuando iba a tomar los pozos de petróleo del Caucaso dividió a su Ejército y parte del que iba hacia los pozos lo embotelló en Stalingrado por obcecación simbólica de que llevaba el nombre de Stalin y pensaba que lo iba a humillar.
En realidad todo ese cambio de planes continuo indica que Hitler no tenía un plan preciso de invasión de la URSS y que obedeció a uno de sus arranques propagandísticos para compensar ante la opinión pública alemana su fracaso en invadir Inglaterra que encima les estaba bombardeando las ciudades alemanas.
Creo que Hitler, después de ocupar por la jeta Austria y Checoslovaquia sin pegar un tiro, empezó a patinar mentalmente. Él había llegado al poder entre otras cosas prometiendo que no llevaría a Alemania a declarar la guerra a otros países. Y siempre tuvo que apañárselas para parecer un pacifista que sólo intentaba recuperar lo que Alemania había perdido en la Primera Guerra Mundial.
Y así fue hasta que después del pacto con Stalin en 1939 se radicalizó y decidió invadir Polonia a tiros. Ahí acabó la carrera pacifista de Hitler y empezó a mostrar lo chalado que estaba.
Que Stalin era un monstruo está fuera de toda discusión. Su sucesor Kruchev así lo denunció en la propia URSS. Estatuas y símbolos estalinistas fueron retirados por los propios comunistas.
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