Los MONSTRUOS y la MITOLOGIA están muy relacionados con la NAVEGACION marítima. Los grandes navegantes antiguos, fenicios, griegos, romanos, etc, sabían perfectamente que La Tierra no era plana y que no había seres infernales en los mares. Pero tenían que proteger sus rutas comerciales y su gremio.
Para ello, inventaban todo tipo de disparates que hacían a muchos desistir de meterse en los negocios marítimos y al mismo tiempo, conseguían subir los precios de los productos con los que comerciaban, ya que a los peligros propios de la navegación en sí, sumaban las hidras de varias cabezas, los minotauros o los polifemos que habitaban en islas.
Un lingote de oro traído a Grecia desde Hispania adquiría un precio respetable cuando había logrado ser transportado a través de tales peligros espantosos. Y salvo los “enterados” del gremio, vía familiar, pocos se atreverían a ir a buscar más oro a Hispania.
La historia humana, que más bien es monstruosa, está llena de MONSTRUOS y de MITOLOGIA. La mitología suele ser fruto de la ignorancia, para explicar cosas o sucesos para los que no se tienen otras explicaciones o para falsear la realidad con fines concretos.
La mitología siempre ha creado monstruos y mentiras, bien sea en forma de seres fantásticos que producen terror, o hechos históricos “monstruosos” a los que se les atribuye una importancia de la que carecen o directamente son falsos.
Lo que fue fruto de la ignorancia de unos y de los intereses de otros, dio lugar a todo tipo de narraciones fantásticas que han llegado hasta nuestros días, alimentadas por las ideologías políticas, los nacionalismos, las religiones y la industria del entretenimiento, tanto en literatura, cine o los juegos fantásticos de Internet.
En concreto, los partidos políticos, las religiones o los sindicatos, defienden los privilegios de sus respectivos gremios como si estuvieramos en la época de las navegaciones entre MONSTRUOS y MITOLOGIAS.
Votante paganini de a pie, amárrate al mástil cuando oigas los cantos de sirena de los nacionalismos, de las religiones, de los sindicatos o de las ideologías políticas. Amárrate al mástil del pragmatico empirismo científico de Locke y Bacon.
0 comentarios :
Publicar un comentario