CON LA DEUDA EN LOS TALONES

Con la deuda en los talones es como ha quedado España después de que el socialismo, dirigido por Zapateuro, como le llaman en The Economist, le haya pasado por encima. Un país gorrón, que depende de la emisión continúa de deuda para sobrevivir. Unos 190.000 millones de euros de deuda pública emitida en 2010, que se dice pronto. La mitad más o menos, para gastos de las Administraciones y la otra mitad, para pagar vencimientos de deudas anteriores.

Porque la deuda pública total española es inferior a la media de la UE, pero la velocidad de crecimiento de emisión de deuda en 2009 y 2010, es lo que ha sembrado la duda entre los ahorradores que han de prestar su dinero. Porque como alguien dijo, lo que mata de las balas no es el plomo, sino la velocidad.

Duda que el vicepresidente de la Comisión Europea, Joaquin Almunia, dijo el 26 de Noviembre de 2010 que España debería despejar y que armó bastante revuelo. Almunia tuvo que salir al paso aclarando que se refería a la duda sobre la determinación española para aplicar medidas correctoras del déficit público.

España es un gran pufo. Las empresas y particulares deben unos 1.8 billones de euros, según datos del Banco de España, prácticamente a partes iguales. El endeudamiento exterior neto de los españoles es de 800.000 millones de euros, debido a la falta de ahorro interno suficiente para cubrir el bestial endeudamiento privado.

Están empufados los ciudadanos, las empresas, los Bancos, las Cajas, las Autonomías y los Ayuntamientos, aparte del Estado. Estamos con la deuda en los talones.

Esto no parecía importarle a nadie del Gobierno de Zapateuro ni de los otros 17 Gobiernos de España. Y el Banco de España sin decir ni pío apenas porque "no quería inferir" en las elecciones de 2008.

El Mundo, en portada, trata sobre la reunión de ZP con 37 representantes de grandes empresas que tuvo lugar el sábado 27 de Noviembre de 2010, después de una semana dura para la deuda española y para la Bolsa. Muchos de los asistentes pusieron sobre el tapete el dispendio y lastre que suponen las Autonomías. Del Pino de Ferrovial dijo que el Estado del Bienestar tal como funciona ahora no es sostenible y debe ser revisado. Del Rivero, de Sacyr, pide revisar el Estado autonómico y dismininuir número de Ayuntamientos. Escarner, de Sol Melíá, criticó el despilfarro en coches oficiales y televisiones autonómicas. González, del BBVA, pidió a ZP que adopte medidas aunque sean impopulares y sin consenso. Botín, del Santander, expuso que hay que decir a los mercados que se tomarán medidas si es preciso.

El Economista dice que existe malestar en el Gobierno por la mediación del Rey con los empresarios. Pues si el Rey no puede ni recibir una propuesta de un grupo de empresarios y técnicos en Economía, como el que recibió, entonces sería lo más parecido a un maniquí inmóvil de un escaparate. Y habla de una posible quita de deuda en España, refiriéndose a la propuesta alemana de que los países que no puedan pagar, que quiebren y procedan a quitas de deuda con sus acreedores. Claro, que entonces no les prestaría un euro más ni el Tato. O los ahorradores que prestasen algo, exigirían altos tipos de interés por el riesgo de que haya una quita de deuda y no recuperen el capital prestado.

Y ahora veamos una bonita curva sobre la vertiginosa subida del precio del metro cuadrado de la vivienda en España en éstos últimos años, representado en amarillo, muy por encima de la inflación, en verde. Inflación que fue de por sí alta, casi siempre un punto por encima de la media de la UE y a pesar de todo, la vivienda disparó hacia arriba el precio del metro cuadrado y el precio del kilo de concejal. Puede observarse una pequeña correción a la baja en 2010, pero se mantiene por encima de los 2.500 euros el metro cuadrado y muchos dicen que ya está bien. La realidad es que debería estar sobre los 700 euros el metro cuadrado si hubiera seguido la curva de inflación.