Joaquín Leguina, en su blog, aborda la cuestión de la posible locura de los presidentes españoles en cuanto toman el poder. Cuenta una anécdota de cuando en el año 2006 se le acercó un conocido diputado del PP que le dijo que los presidentes de Gobierno españoles se vuelven todos locos. que Aznar enloqueció durante su segundo mandato, pero que ZP ya venía loco. Dice Leguina que entonces calló pero que ahora está convencido de la verdad que había en las palabras de aquel diputado.
Cita Leguina en su artículo a Bertrand Rosse, que advertía sobre la humildad como cura para la locura que produce la embriaguez de poder o a Barbara Tuchman, que mantenía que el poder engendraba locura, que impedía pensar y que con el tiempo, el concepto de responsabilidad se desvanece en la cabeza de los poderosos.
Finaliza recordando como ya los romanos conocían y temían al fenómeno de la locura del poder y como cuando un General romano entraba triunfal en Roma, una persona a su lado le iba susurrando al oído: “recuerda que eres sólo un hombre”.
Pienso que aparte de todo esto, la locura del poder se produce en aquellos hombres que son encumbrados a él sin tener suficiente preparación para ello y que lo que más pierde a los gobernantes, es la adulación de los pelotas que les rodean.
2 comentarios :
Pues muy avispado no me ha parecido nunca Leguina, pero ahora menos todavía.
Que lo lleven a Ciempozuelos ya por lo que más quieran...
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