Secretos de mujeres y virginidad

Secretos de las mujeres o Secretis Mulierum es un libro escrito hace cientos de años, a principios del siglo XIV. Hay dudas de si fue escrito realmente por Alberto Magno. El libro se localiza en la Real Sociedad  de Química en Londres. Se estima que el hombre que lo escribió, en latin, quería dar una versión de cómo eran las mujeres para que lo supieran los hombres. Un asunto que preocupaba entonces era la virginidad.

En el libro se expone que si se daba a oler una lechuga a una mujer y ella se iba después a orinar, indicaba que no era virgen. Otro apartado al que presta atención es a la menstruación. La mujer menstruando seguía siendo considerada como alguien muy especial, hasta el punto de que su mirada era mortífera, podía matar animales con sólo mirarlos.

Hay que tener presente que eso de la miradas diabólicas era un tema al que prestaba mucha atención en la época. Se hablaba del Basilisco, cuya mirada era mortal. La gente, cuando viajaba a pie o caballo, siempre llevaban un espejo por si se aparecía el basilisco, porque la única forma de defenderse era enfocarle con el espejo, para que se mirase a sí mismo y se destruyese.

Sobre el embarazo, daba una fórmula para saber si lo que iba a nacer era varón o hembra. Si el pecho izquierdo de la embarazada era mayor que el derecho, indicaba que iba a nacer una hembra. Y al revés, si el pecho derecho de la embarazada era mayor que el izquierdo, entonces nacería un varón.

En el libro se habla también de brebajes para conseguir que la mujer quedara embarazada de un varón o de una hembra, pero es mejor no mencionarlos por asquerosos.

Esto no viene en el libro Secretos de las Mujeres pero sirve de ejemplo para saber si una mujer está o no menstruando.