Normalmente, si no haces
al menos 20.000
kilómetros al año, no te compensará comprar un coche
diesel. El coche diesel es algo más caro que su equivalente en gasolina (para
la misma potencia de motor). El coste del litro de gas-oil se ha igualado mucho
al de gasolina. Y el mayor ahorro del diesel viene de que consume menos litros
cada cien kilómetros. Pero si no vas a hacer más de veinte mil kilómetros al
año, creo que no te merecerá la pena.
Otro factor es el tiempo
que sueles tener el coche antes de cambiarlo por otro. Si eres de los que lo
piensa tener hasta que se cae a cachos y vas a hacerle más de trescientos mil
kilómetros, si podría interesarte tener un coche diesel. Pero hay otras cosas a
considerar.
Tipo de uso del coche:
El coche diesel, por su
tipo de motor, es muy adecuado para viajar a grandes distancias en carreteras:
conduciendo normalmente, sin forzarle, se mantiene su temperatura constante y
su régimen de revoluciones también bastante uniforme.
En ciudad, hay muchos
cambios de régimen de motor con el para, arranca, semáforos, atascos, etc, y
eso no es bueno para un motor diesel (ni para ninguno, pero peor para el de gasoil). Tan pronto está al ralentí un buen rato
como tienes que pegar un acelerón.
Debido a las exigencias de
no contaminación, cada vez más los coches diesel han de montar un filtro de
retención de partículas en la salida de gases por el tubo de escape. Se van
acumulando en dicho filtro y la conducción en ciudad hace que se generen más
partículas porque el motor diesel no está trabajando en condiciones óptimas.
Los diesel vienen con un
sistema llamado regeneración para cuando el filtro de partículas está muy
sucio, se limpie. Para ello inyecta al gas-oil en los cilindros de tal forma
que algo llegue a quemarse en la salida del escape. Así quema las partículas
acumuladas y limpia.
Para el proceso de
regeneración del filtro de partículas, el coche suele llevar un chivato por el
que avisa de suciedad y para que pueda producir la regeneración el coche ha de
circular con alegría en carretera un buen rato para que se produzca ese proceso
de limpieza del filtro.
Todo esto conduce en los
diesel a más suciedad en el aceite de lubricación del motor y a que convenga
cambiarlo antes que en los de gasolina, lo que es otro coste añadido si se
quiere mantener el coche en buen uso.
Robusted y fiabilidad de coches diesel
Tradicionalmente, los
motores diesel eran muy robustos. Pero eran motores básicos y que contaminaban
bastante. Tenían los cilindros, el sistema de inyección de combustible pelado y
lo único eléctrico era el motor de arranque, si es que no se arrancaban a mano
con manivela como se hacía antiguamente. Iban a bajas revoluciones y eran casi “eternos”.
Claro, daban poca potencia por unidad de peso del motor comparados con los de
gasolina y eran ruidosos.
Actualmente, en su afán de
que los coches diesel tengan prestaciones parecidas a los de gasolina y
contaminen lo menos posible (los gases de combustión del gas-oil emitidos a
pelo son muy nocivos), se han introducido una serie de complejidades que hacen
que su fiabilidad mecánica disminuya por haber incorporado una serie de
aditamentos ajenos a lo que sería un básico ciclo de motor diesel.
O sea, un coche a gas-oil
con baja potencia y sin virguerías, puede ser tan fiable como los antiguos. Pero
en cuanto tenga aditamentos para aumentar su potencia y asimilarlos a las
respuestas de conducción de los coches de gasolina, la cosa se complica y el
precio también sube.
Potencia en vehículos de gasoil
Un coche diesel con la
misma cilindrada que uno de gasolina simple no puede dar la misma potencia a no
ser que se le incorporen mecanismos adicionales. Sin sobrealimentar un diesel,
por ejemplo, tendría que tener una cilindrada de 2 litros para dar la misma
potencia que uno de gasolina de 1.6 litros .
Un aditamento mecánico que
suele añadirse a los coches diesel para aumentar su potencia son los turbo
alimentadores de aire. Lo que hacen es comprimir aire que entra caliente a la cámara
de combustión del cilindro. Ello hace que la combustión alcance mayores
temperaturas y el moto desarrolle más potencia por unidad de volumen.
Los turbo alimentadores
pueden llegar a girar a más de cien mil vueltas por minuto y se calientan
mucho. En carretera, en una conducción normal y en verano pueden andar por los 500ºC . Pero a veces pueden
llegar a los 800ºC .
Las altas temperaturas pueden carbonizar partículas de aceite que se incrustan
en el mecanismo y acaban dañándolo.
Por eso, un diesel no
conviene pararlo de golpe cuando has acabado el viaje, sino dejarlo un rato en
ralentí para que se normalicen las temperaturas dentro del motor.
Respuestas en diesel y gasolina
Las respuestas de los
diesel y gasolina en carretera, se han igualado mucho, pero para igualdad de
potencia de motor los motores de gasolina tienen en general una respuesta más rápida,
más ágil, que los diesel. Un coche de gasolina puede pasar de 1.000
revoluciones a 5.000 rápidamente y un coche diesel siempre será más lento y
menos revolucionado. El motor diesel es más robusto o pesado que el de gasolina
y tiene mayores inercias.
De todos modos, hay que
recalcar que aunque el coche de gasolina permite una conducción más “deportiva”,
no es conveniente practicarla. No sólo por que hace más peligrosa la conducción
sino porque las máquinas se deterioran más si se las somete a cambios de régimen
bruscos, aparte de consumir más combustible.
Si se practica una
conducción pausada, prácticamente no hay diferencia entre conducir un coche
diesel y uno de gasolina que tengan la misma potencia de motor.
Comparar potencia del motor
Conviene resaltar que
cuando se comparen coches de un tipo de motor u otro, se comparen a igualdad de
potencia. Porque si estás dudando entre
un motor de gasolina de 100 CV y uno diesel de 150 CV, o viceversa, existe una
disparidad de entrada en la comparación.
En general, cuanta más
potencia tenga un diesel, más complejidad mecánica le habrán añadido a lo que
es el ciclo básico para igualarlo al de gasolina de la misma cilindrada o
incluso superarlo.
CONCLUSIÓN
En mi opinión, el coche de
gas-oil o diesel sólo es interesante para los que hacen muchos kilómetros
anualmente. Por lo menos, más de veinte mil/año y normalmente, en carretera. En
general:
- El coche de gasoil
necesitará cambiar más a menudo el aceite si se quiere llevarlo en buenas
condiciones.
- Tendrá más cilindrada que
uno de gasolina para igualdad de potencia o estará dotado de turbocompresores
que es una complejidad añadida al motor.
- Será más contaminante que
el de gasolina de igual potencia y tendrá que montar más dispositivos para
evitarla debido a las mayores exigencias anticontaminación legales.
- Será más ruidoso que uno
de gasolina de similares prestaciones aunque se les hayan disminuído mucho los
ruidos. Con el tiempo, tienden a aumentar más en el de gasoil que en el otro.
- Los recorridos cortos con
el motor en frío, perjudican más al motor diesel que al de gasolina.
- Para igual modelo de coche, el motor diesel, en general, ocupará más espacio en el espacio del motor, o sea, dejará menos espacio de maniobra para meter mano en caso de averías.
El auto híbrido va dotado de motor de combustión diesel o gasolina y de
una gran batería. Lo veo adecuado para aquél que se desplace básicamente en
ciudad, tal que los taxistas o repartidores, por ejemplo. Es ahí cuando más se
notan sus ventajas pudiendo llegar a ser más eficientes que uno convencional
incluso en un 50%.
La opción del coche híbrido
Hay que tener en cuenta que son más pesados que uno convencional de
igual potencia y que la batería ocupa su sitio lo que puede ir en detrimento de
la capacidad de carga o hacer que el vehículo sea más voluminoso. Y son más caros, aunque pueden tener subvenciones.
Enterarse bien del sistema propulsor que emplea
Hay tres tipos de propulsión en este tipo de coches y por ello, caso de
decidirse por comprar uno, hay que enterarse bien del sistema que emplee.
-En la propulsión en paralelo, el motor de explosión es el principal
aportador de potencia. El motor eléctrico actúa en momentos de salida de parado
y cuando se acelera, que es cuando los motores convencionales de explosión o de
combustión gastan más. Es el método más simple.
-La propulsión combinada consiste en que el coche se mueve por el motor
eléctrico cuando va a baja velocidad. El motor de gasolina o gasoil alimenta la
batería y al motor eléctrico. Cuando el coche aumenta de velocidad, es
propulsado por los dos motores, el eléctrico y el convencional. Es más complejo
en su fabricación.
-La propulsión serie, muy usada en los barcos, donde se conoce como
diesel-eléctrica es la más puramente eléctrica. El motor diesel o de gasolina mueve
un generador eléctrico que a su vez alimenta al motor eléctrico que mueve el
coche y también recarga la batería.
Y dentro de toda esta variedad, pueden ser enchufables o no. Si son
enchufables puede recargarse la batería desde una red eléctrica. Si no, sólo se
puede recargar con el propio motor de combustión o de explosión del vehículo.
Coche eléctrico puro:
No dispone de motor diesel ni gasolina. Sólo batería y motor eléctrico. Se
recarga enchufando. Yo no le veo más aplicación que en circuítos rutinarios
diarios donde se sabe que la distancia recorrida entrará en los límites de
autonomía de la batería. Por ejemplo, un autobús municipal o un taxi que nunca
haga largos recorridos. Siempre se han usado en los campos de golf para el desplazamiento de los jugadores: es un ejemplo claro de para qué son útiles.
2 comentarios :
No hay disquisición posible. Los diesel son cancerigenos, si hubiera ley serían prohibidos en las ciudades. Pero los gobernantes y los constructores de coches prefierne matarnos.
Diesel, solo me molesta el plop plop!!
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