El caso del millonario que busca novia con poco éxito lo relata el Dailymail. L. Greenfield, de cuarenta y siete años y forrado lleva doce años buscando novia en Nueva York a través de agencias matrimoniales. Se ha gastado en dichas agencias más de sesenta mil dólares. Los que han analizado la cuestión dicen que el problema es que quiere una mujer de nivel diez y que esas mujeres son buscadas por gente con el mismo dinero o más que Greenfield. Lo que él quiere es que la chica sea judía, delgada, guapa, divertida y sin ambiciones personales de hacer carrera.
Además, las mujeres diez, en Nueva York, aparte de tener muchos millonarios donde elegir, se promocionan generalmente bien ellas solas y se ganan bien la vida. Pero el millonario Greenfield se queja de que las agencias no hacen bien su trabajo, que prometen cosas que después no son ciertas.
No cabe duda de que Greenfield debería recapacitar sobre que algo hace mal. Porque si está forrado y en doce años no ha encontrado novia a pesar de haber recurrido para ligar a agencias matrimoniales, es que quizás lo que busca no existe. O que quizás no es bastante rico para atraer a la novia ideal que pretende.
Aparte está claro que una de las condiciones que impone es que sea judía, lo que ya limita mucho el campo de acción. Después lo de que sea delgada, reduce aún más el conjunto de judías. Y que sea guapa estrecha más el grupo de disponibles.
Aparte está claro que una de las condiciones que impone es que sea judía, lo que ya limita mucho el campo de acción. Después lo de que sea delgada, reduce aún más el conjunto de judías. Y que sea guapa estrecha más el grupo de disponibles.
Mujeres sin ropa y machismo
0 comentarios :
Publicar un comentario