El caso de las dos hermanas
que buscan marido en Minnesota (USA) es curioso. Quieren ligar pero no es que busquen un marido
para cada una sino que quieren compartir al mismo hombre. Ellen y Doroty dicen
que están acostumbradas a vivir juntas y que no se sienten capaces de soportar
a un hombre individualmente cada una de ellas. No veo claro como puede hacerse
tal cosa sin que el hombre se convierta en bígamo. Cabe pensar que convivirían
con el hombre sin matrimonio oficial, mediante contrato privado o sin más.
Sucede que ya tuvieron una
experiencia que fracasó pero ellas aún siguen buscando. Un hombre, Tom P.,
convivió con ellas durante algo más de un mes. Los medios de comunicación se
hicieron eco del tema y le entrevistaron en una cadena de televisión. Él no
dejó que mostraran su rostro y dijo que al principio había resultado divertido
y excitante. Pero con el tiempo se fueron complicando las cosas.
El hombre prefería a una de las hermanas:
El trato era que cada día lo
pasaba con una de las hermanas de forma alterna. Pero él se sentía más a gusto
con Ellen. Era una mujer fogosa pero su hermana Doroty era algo más que fogosa:
según Tom, era insaciable. Tom apenas podía dormir las noches que pasaba con
Doroty que demandaba mucho ñaka-ñaka. Además Doroty se puso celosa y le
reprochaba que estaba más acaramelado con Ellen que con ella.
Hombre para todo:
Tom explicó además que las
hermanas siempre le estaban requiriendo para que hiciera arreglos en la casa
donde convivían, un chalet con jardín y piscina. Eran muy perfeccionistas.
Arreglar enchufes, lámparas, grifos, cortar el césped, dar forma a los setos,
limpiar la piscina, etc… Tom tenía la sensación de haberse convertido en el
hombre para todo de las dos hermanas: marido, criado, sirviente sexual, etc…
Hombre agotado desiste:
El trabajo de Tom en una
oficina comenzó a resentirse. Iba somnoliento y agotado. Entre los trabajos
caseros y la fogosidad erótica de las hermanas, sobre todo de Doroty, llegó a
tener que plantearse la situación. Era insostenible aquél ritmo. Al final, al
salir de su trabajo, sabía que tenía que llegar a casa de las hermanas a hacer
alguna reparación y después atender a los requerimientos eróticos. Así que un
día les expuso a las dos que él no podía continuar en tal situación y salió
pitando.
Ellen y Doroty siguen
buscando al hombre de sus sueños para compartirlo como buenas hermanas.
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