La mujer de la foto anterior
fue conocida como Bella Bestia durante la Segunda Guerra Mundial donde destacó
por su sadismo y crueldad. Su nombre era Irma Greese y acabó ahorcada después de ser juzgada y condenada cuando tenía 22 años. Un personaje histórico siniestro a pesar de su gran juventud.
Era hija de un lechero que
militaba en el Partido Nacional Socialista de los Trabajadores Alemanes (NAZI)
y a los quince años, en 1939, año en que estalló la Segunda Guerra Mundial dejó
de estudiar para alistarse en la Liga de la Juventud Femenina Alemana. El padre
no estaba de acuerdo con esto ya que empezó a ser disidente del partido y
cuando su hija se presentó en casa con el uniforme de esa Liga puesto, la echó
de casa. Ella le denunció a él y fue
detenido.
Es sorprendente como una
chica muy joven se convirtió en una especie de monstruo en apenas dos años. Cuando
tenía 18 años, en 1942, entró en el campo de cocentración de Ravensbruck como
aprendiz voluntaria. Y en 1943 fue enviada al campo de Auschwitz como vigilante
femenina de las SS. Allí había unas treintal mil mujeres detenidas, la mayoría
judías. Antes de un año ascendió a
supervisora.
Después fue destinada al
campo de Bergen-Belsen. El día 15 de abrill de 1945 fue detenida en dicho campo
por las tropas británicas que llegaron al mismo y fue juzgada por crímenes de
guerra. El 13 de diciembre de 1945 fue ejecutada en la horca cuando tenía 22
años. Ella le dijo al verdugo que se diera prisa. Una vez muerta, su cuerpo fue
incinerado y las cenizas echadas por un sumidero.
El sadismo la excitaba:
Era una chica joven sensual
que gustaba de exhibirse entre las reclusas de los campos de concentración en
los que estuvo. Y se ensañaba con ellas sin piedad. Una de las atrocidades
practicada consistía en que golpeaba con un látigo los pechos de una mujer
hasta que los desollaba. Después obligaba a una médico que estaba presa en el
campo a que se los curase: la cura consistía en extirparlos sin anestesia. Los
gritos de las desgraciadas parecían provocarle excitación a la Bella Bestia.
Algo espeluznante que gustaba de hacer era atar las piernas a las presas embarazadas cuando iban a dar a luz. Con los muslos juntos por las ligaduras el parto no se podía producir. La desgraciada parturienta moría con el bebé dentro entre horribles dolores: eso era un deleite para nuestro siniestro personaje.
Irma era una mujer lasciva
que mantenía relaciones con las reclusas que le gustaban y después las enviaba
a la cámara de gas o las entregaba a una jauría de perros hambrientos. Siempre
estaba abierta a experimentar con nuevos horrores.
Cuando fue juzgada ella negó
los cargos aduciendo que sólo era una supervisora y que eran los mandos de las
SS del campo de concentración los que podían decidir sobre la vida, muerte y tortura. Lo
cierto es que los mandos de los campos permitieron las atrocidades practicadas
por la Bella Bestia. Muchas mujeres supervivientes declararon en contra de
Irma. Entre ellas la médico cautiva que tenía que reparar sin anestesia las
heridas que Irma provocaba a sus víctimas.
Aunque los ingleses nunca habían ahorcado en los tiempos modernos a una chica tan joven, se vieron obligados a hacerlo en el caso de la Bella Bestia debido a la gran cantidad de declaraciones en contra de ella y sus horrores. El fanatismo de Irma perduró hasta el final. En su celda, mientras se celebraba el juicio, cantaba canciones de las SS.
El rostro de Irma cuando fue detenida ya no reflejaba la misma lozanía y belleza de tres años antes.
Irma cuando fue detenida por soldados británicos que entraron en el campo de concentración.
Aquí se la ve con el número 9 durante el juicio en el que fue condenada a muerte. Su rostro muestra un aspecto de dureza impropio de una joven de 22 años.
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