Como curiosidades, veamos algunos imprevistos fastidiosos que pueden surgir en la vida cotidiana. Muchos son incidentes que
ocurren con los coches, lo cual no es extraño dado el uso profuso que
actualmente se hace de los mismos.
Por ejemplo, vas a echar
gasolina, tienes mucha prisa y después de meter unos litros sales pitando: pero
lo haces sin retirar la manguera del depósito y te lo llevas puesto. Pero el más irritante y habitual es cuando vas a abrir una lata de cerveza o de refresco y te quedas con el abridor en la mano.
También es algo fastidioso que vayas detrás de un camión de esos que transportan cemento líquido para echarlo en alguna obra y de repente te lo hecha a tí:
No es de buen gusto que el difunto que uno transporta en su ataúd se salga por el cristal del portalón trasero del coche fúnebre:
También es algo fastidioso que vayas detrás de un camión de esos que transportan cemento líquido para echarlo en alguna obra y de repente te lo hecha a tí:
No es de buen gusto que el difunto que uno transporta en su ataúd se salga por el cristal del portalón trasero del coche fúnebre:
Algo que suele poner de mal humor es acabar con el vehículo en el agua:
Vas por la carretera y repente hay un gran bache donde han retirado el asfalto. Tu vehículo se queda aprisionado:
El coche está subiendo en un elevador hidraúlico en el taller y de repente se cae:
Aún más serio es lo que le pasó a una mujer en Madrid (España). Estaba sacando su coche de un aparcamiento en altura y en la rampa se le fue. Colisionó contra la pared lateral pero ésta no resistió y el vehículo acabó en la calle. Afortunadamente no pilló a nadie debajo y la conductora pudo contarlo.
Pero sin ser imprevistos tan aparatosos puede haber uno de lo más cotidiano y simple que te irrite: te pones a limpiar el retrete y el mocho de la escobilla se desprende y te queda dentro.
Compras una sartén que es anti adherente y vas a casa contento a freír algo que te gusta mucho. Pero te encuentras con que no hay forma de quitar la pegatina que trae adherida. Te cabreas mucho y te haces un bocadillo.
Desde luego, un imprevisto muy fastidioso es que te veas perseguido por un hipopótamo:
Cuando suceden cosas así uno
se cabrea y no es para menos. Hay quien opta por tomárselo con humor. Hay quien
opina que son esos imprevistos los que rompen la monotonía. De lo que no hay
duda es que sirven para recordar a uno que la vida es imprevisible y cualquier
cosa puede suceder. También hay que pensar que a veces cometemos estupideces que son las causantes de que ocurran incidentes no deseados. Pero que sean no deseados no quiere decir que sean tan inesperados.
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