Un caso curioso muy comentado en Inglaterra durante febrero de 2015 fue el de la novia golpeada durante por su reciente marido durante la noche de bodas. El novio Gavin G. estuvo durante la ceremonia y la fiesta con invitados posterior aparentemente normal. Pero cuand la pareja de retiró a su habitación de hotel es cuando comenzó el alboroto.
Ella, de nombre Amy, tenía en ese momento veintidós años y él era algo mayor, veintinueve. Amy se puso a quitarse el traje de boda pero no era capaz y pidió a su reciente marido que la ayudara. El hombre comenzó a intentar sacar el vestido pero no lo conseguía. De repente empezó a golpear a la mujer duramente. La arrojó al suelo, se puso a horcajadas sobre su cuerpo y le dio puñetazos en la cara y los pechos. La puso morada.
Amy logró pedir auxilio a los empleados del hotel que intervinieron llamando a la policía que se llevó detenido al violento marido. Este dijo que no recordaba nada de lo sucedido, que algo le habrían echado en la bebida. Pero al final acabó reconociendo que había agredido a su esposa y lo achacó al exceso de bebida.
Un tribunal condenó al acusado a una pena de 12 meses de trabajos para la comunidad, una indemnización de doscientas libras para su víctima y una orden de no poder acercarse a su esposa que ya emprendió trámites de divorcio horrorizada por lo que había sucedido.
No se sabe el motivo real de tan brutal agresión. Podría ser que el hombre tiene mal beber y estuviera ansioso por trajinar a su reciente esposa y se exasperase al no poder quitar la vestimenta que le impedía el acceso. O sea, un arrebato de borrachuzo excitado más o menos.
Aunque será una noche de bodas que Amy no olvidará nunca y no precisamente por lo agradable, debe meditar que ha tenido suerte en cierto modo de que el carácter violento de su novio se haya manifestado rápidamente y cuando estaban en una habitación de hotel donde otra gente pudo acudir en su ayuda. Porque si eso le sucede cuando está a solas con él en un lugar menos concurrido las consecuencias podrían haber sido más graves.
Parece mentira que ella no se percatara antes de la boda, durante la relación previa, de que estaba saliendo con un tipo violento. Pero parece que eso es bastante frecuente y algunas mujeres equivocan ciertos comportamientos agresivos de sus novios interpretándolos como que son muy machotes o que son celosos agresivos porque las quieren mucho.
Aquí puede verse a la pareja cuando eran novios amorosos. Nadie diría que su matrimonio iba a durar unas horas y que acabaría de forma violenta para ella.
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