Curioso caso el de la azafata que fue despedida en Septiembre de 2015 por la compañía aérea cuando descubrió que ejercía la prostitución durante el vuelo. Fue pillada en plena faena en uno de los lavabos del avión cuando trajinaba con un pasajero el cual le había pagado unos dos mil dólares por el servicio especial.
Investigaciones de la empresa llevaron a descubrir que la aeromoza se había embolsado en el último año casi un millón de dólares en base a esos servicios extra que prestaba a los pasajeros en una línea que cubría el trayecto entre Estados Unidos y Arabia Saudí.
Ella llegó finalmente a confesar que había tenido muchos contactos eróticos con pasajeros durante los diferentes vuelos.
Se lo había montado bien. Mientras mujeres que venden sus encantos suelen hacerlo en pisos, hoteles o hasta en el calle, ésta se había buscado un nicho mucho más lucrativo: en los aviones. Clientes pudientes en una línea de larga distancia frecuentada por hombres de negocios.
Ella confesó que la larga distancia y duración del vuelo era un elemento importante para que tuviera tiempo para desplegar sus encantos y ofrecer sus habilidades y tarifas a los pasajeros que mostraban interés.
El caso es que fue despedida porque la compañía no acepta ese tipo de comportamiento en sus empleados a bordo de los aviones. A ver si ahora se descubre que esa línea pierde pasajeros desde que la aeromoza ya no vuela.
Y ahora veamos como quizás daba instrucciones esa auxiliar de vuelo a los pasajeros antes de despegar:
(La mujer de la imagen no tiene nada que ver con la aeromoza despedida de nuestra historia)
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