Breve historia de la novia que fingió un secuestro para no casarse y que fue todo un notición en EE.UU.
Jenni tenía concertada la boda con su prometido Mason para el 30 de Abril de 2005. Pero cuatro días antes desapareció. Su prometido puso la denuncia de desaparición ese mismo día, el 26 de Abril, al ver que ella no daba señales de vida.
La resonancia en las televisiones y periódicos fue enorme. Se desató una campaña de búsqueda. Incluso se comenzó a sugerir en algunos medios que su prometido la había asesinado. El FBI comenzó a intervenir en la investigación al día siguiente, el 27 de Abril.
Parientes de la mujer ofrecieron una recompensa de cien mil dólares al que diera pistas sobre su paradero.
La secuestrada "se escapa"
Montones de carteles como el de la foto se distribuyeron por todas partes en búsqueda de la supuesta secuestrada.
La secuestrada "se escapa"
Un día antes de la boda, Jenni llamó a Mason para decirle que estaba secuestrada y que la habían violado. Los secuestradores eran un hombre y una mujer de orígen hispano. Después Jenni llamó a un teléfono de emergencia de la policía para contarles esa misma historia y diciendo que se había escapado pero que no sabía donde estaba.
La policía siguió la llamada y vio que era de un bar de Alburquerque. Así que se dio la alerta y localizaron a la supuesta secuestrada en esa zona.
Siendo interrogada por el FBI con vistas a poder localizar a los captores ella entró en contradicciones y levantó sospechas. Al final acabó confesando que había sido un falso secuestro. Ella se había ido porque no quería casarse con su prometido y no se sentía con fuerzas para decírselo a él a la cara.
Ella fue acusada por simulación de secuestro. Por un acuerdo con el fiscal aceptó a ser condenada a dos años de prisión (le pedían cinco) y a pagar gastos policiales de la búsqueda. Pero pronto tendría una jugosa oferta por su historia como veremos.
Medio millón por la historia:
Jenni fue hospitalizada durante algún tiempo y medicada contra la ansiedad. Dada la gran repercusión mediática del caso, un productor de Nueva York le propuso ceder los derechos de la historia por medio millón de dólares. Su novio Mason fue el que cerró el trato con ese productor. Ambos se fueron a vivir en una casa que compraron con ese dinero y volvieron a ser novios.
Finalmente en Mayo de 2006 la relación entre Jenni y su prometido acabó definitivamente. Pero ella le demandó reclamando ese medio millón de dólares alegando que él se había gastado el dinero en comprar una casa en la que al principio vivieron los dos pero que después tuvo que abandonar ella cuando rompieron la relación. La casa la había puesto Mason a nombre de él.
Mason alegó a su vez que ese dinero le pertenecía como compensación por todo lo que le hizo pasar fingiendo un secuestro y cancelando la boda acordada.
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