El diario LEVANTE de Valencia, muestra el estado caótico en que quedan las PLAYAS valencianas después de la celebración nocturna que hacen miles de personas, la mayoría jóvenes, de la Noche de San Juan. Toneladas de basura han de ser retiradas de las principales playas de la Comunidad Valenciana después del festejo, que en realidad no es más que un BOTELLON gigantesco. Parece mentira que jóvenes que se las dan en su mayoría de ecologistas, no se molesten en recoger los numerosos restos de botellas y plásticos que dejan abandonados en las playas, convertidas en auténticos estercoleros y obligando a los Ayuntamientos a realizar cuantiosos gastos en limpieza. En realidad, son jóvenes buenistas y bastante GUARROS, que practican el ecologismo, como tantas otras cosas, de boquilla.
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