Las asociaciones que predican los peligros del calentamiento global por culpa de la actividad humana parecen a veces fundamentalistas o talibanes religiosos y recurren a campañas publicitarias de puro mal gusto o demenciales. En éste cartel de una de dichas organizaciones, puede verse a una niña sobre un bloque de hielo y con una soga al cuello. Si el bloque de hielo se derrite, la niña se ahorca.
Para empezar, lo del calentamiento global está por demostrar, cuando el invierno de 2009 en el hemisferio Norte en Europa fue el más frío en muchos años, después de un invierno en 2008 que tampoco fue moco de pavo. Así como el invierno en Sudamerica en 2010 fue el más frío de sus anteriores cuarenta años.
Y está por demostrar que si existe ese calentamiento, sea por acción humana y no por calentamiento terrestre natural que viene produciéndose desde el Mínimo Solar de Danton, a principios del siglo XIX, que produjo un enfriamiento brutal, con congelación de cosechas y hambrunas tremendas durante varios años. Entre otras cosas, congeló al Ejército de Napoleón después de haber tomado Moscú.
Y está por demostrar que el calentamiento sea malo y el frío bueno. Porque el planeta puede enfríarse muy rápído, como se sabe por los enfriamientos bruscos como el Mínimo de Danton o el anterior y más fuerte Mínimo de Maunder. O cuando reventó el volcán Tambora y las cenizas en la estratosfera filtraron la luz solar y se enfríó en cuestión de semanas el planeta. O años más tarde, cuando la erupción del Krakatoa, que pasó lo mismo. Congelación de cosechas y hambrunas.
No hay que olvidar que la Edad Media, hacia el año 1.000, se desarrolló en un planeta mucho más cálido que el actual, hasta el punto de que en Groenlandia se cultivaba la vid. En realidad, Groenlandia quiere decir Tierra Verde, porque cuando se descubrió y habitó, durante esa época cálida, tenía abundante y florida vegetación en vez de hielo.
El frío, además del peligro para las cosechas, implica el mayor consumo de combustibles y de energía para calentarse. Madera, carbón, petróleo, gas, electricidad, es consumido en cantidades gigantescas durante los inviernos actuales por cientos de millones de personas.
Yo lo que encuentro más sospechoso de los informes que emiten los predicadores del calentamiento global es que no mencionan para nada ni al Sol, con sus mínimos y máximos o sus pulsiones de expansión o contracción. Ni la radiación cósmica y su influencia en la formación de las nubes más o menos ionizadas. Ni la excentricidad de la órbita de La Tierra alrededor del Sol, o la variación de la inclinación del Eje de giro de la Tierra.
No debemos olvidar que nuestro planeta flota en el espacio, donde reina el cero absoluto de temperatura, los 273 grados bajo cero y que estamos siempre a un paso de convertirnos en un bloque de hielo, si no fuera por la delgada capa de atmósfera que rodea al planeta.
El problema radica en que el tema del clima terrestre ha salido del ámbito científico para entrar en el político y de las ideologías, y para mucha gente, parece haberse convertido en una especie de religión.
Erupción en la superficie del Sol.
En lo mínimos solares, la manchas solares y éstas erupciones, apenas se producen.
El funcionamiento del Sol aún no se conoce en profundidad.
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