En un experimento llevado a cabo por el psicólogo Richard Wiseman, se pudo comprobar que la gente no diferencia entre vinos malos y vinos buenos. O dicho de otro modo, el vino barato del vino caro, según publicó BBC. En el festival de ciencia de Edimburgo se hizo el experimento con cientos de personas asistentes y se les dio a probar a ciegas varios tipos de vinos. El 50% de ellos acertó con cuales eran los vinos caros, pero como ese es el porcentaje que saldría respondiendo a bulto, quedó demostrado que realmente la gente no distinguía claramente un vino de otro.
O sea, que es más el precio y la etiqueta que el paladar lo que induce a las personas a comprar un vino u otro, si nos atenemos a éste experimento. Claro, que también podría pasar que la gente que hizo la prueba no fueran bebedores habituales de vino. Aparte, que puede tu paladar no distinga vinos malos de buenos pero después de haberlos trasegado, tu estómago y la consiguiente resaca si has tomado una copa de más, si que distinguirán sobre la calidad del vino ingerido.
Y después de todo, quizás tenía razón cuando decía el padre prior que hay dos tipos de vino, el bueno y el mejor.
3 comentarios :
Chiiiiissss....¿quieres arruinar la industria viniticula? Una de las mas importantes de España, que antipatriotismo....jejeje
A ver, entre un D. Simón de tetrabrik y un Vega Sicilia distingo, pero virguerías ya no.
Además hay buenos vinos que no son caros, aquí tenemos un blanco para el marisco (Marina Alta) asequible y que fresquito está que te mueres..
:)
Periódico, ya aclaro en el post que probablemente hayan realizado el experimento con gente no acostumbrada a beber vino.
Candela, veo que estás hecha una sommelier de tomo y lomo, je, je.
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