Cuando va uno al aseo no espera llegar a sentir pánico en el retrete. Pero puede llegar a sentirse, sobre todo por las mujeres, que lo usan más como asiento, a la hora de orinar. Es sabido que las fobias de las mujeres hacia las arañas, ratones o serpientes es unas cuatro veces más que en los hombres. Y las tazas de retrete son lugares donde a veces se refugian esos bichos. Como en la foto que sigue, donde puede observarse como una serpiente estaba acomodada en el reborde de la taza.
Hay quien explica la fobia de las mujeres hacia las arañas, ratones o serpientes en términos de evolución, que las mujeres lo consideraban una posible agresión para sus hijos y desarrollaron una defensa genética instintiva. También hay quien lo atribuye al efecto psicológico del temor a que esos bichos pudieran introducirse por su vagina. Hay leyendas que hablan también de la afición de las serpientes en mamar de los pechos de las mujeres dormidas.
Las hembras de chimpancé y las humanas son las que más pánico sienten ante las serpientes. Uno de los factores que pueden explicar tal cosa es que estas hembras de seres más evolucionados reaccionan con miedo antes que las hembra de otras especies porque las ven antes, al estar dotadas de mayor agudeza visual para distinguir objetos cercanos. Mientras otras especies usan el olfato y el oído, muy desarrollados, los chimpancés y los humanos desarrollaron mejor la visión en la cercanía perdiendo los citados olfato y oído.
Esta es otra manera de sentir pánico en el retrete: meter la mano donde no se debe y quedar atrapado sin poder retirarla. Afotunadamente alguien oyó los gritos de éste hombre y pudo ser liberado. De otro modo, ahí se hubiera quedado hasta desfallecer.
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5 comentarios :
Pues no creas, hay gente que se divierte con eso.
Una vez entré en los servicios de un bar y encontré un ratoncito blanco que se puso histérico al verme, pobrecillo.
Cuando salí le pregunté al de la barra si ya sabía lo que tenía allí o era para hacer compañóa a las clientas...
Le fastidió no haberme oído gritar, ¡juas!
A mi las arañas y bichos no me dan pánico, me dan mucho asco, los mato y en paz.
Lo del aligator ya es otra cosa, nada más faltaba que nos saliesen por el baño, como ya ocurrió en EE.UU por la manía de la gente de criar bichos raros.
Conozco un caso real ocurrido en Valencia. Una mujer encontró una boa en su cama, debajo del edredón. Era de los vecinos que trabajaban para una compañía circense. En estos casos no basta con la escoba, hay que usar un rifle.
PD: He cerrado lo de las fotos, total, era un batiburrillo caotico. Ahora después miraré la velocidad de carga del blog.
Con ese culo no me extraña.
Nada puede superar el invento de la turca, que servia de retrete y de plato de ducha, un gran ahorro de espacio para soluciones habitacionales modernas.
A mi me han recomendado que me siente para las cosas de la prostaticidad, pero ahora, al leer tu artículo, no se si podré.
Un post que te cagas Bucan jajajajajaja
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