Carácter y grupo sanguíneo

El carácter o personalidad y el grupo sanguíneo van unidos para muchos japoneses. Desde que se descubrió a principios del siglo XX lo de que existían cuatro grupos sanguíneos, debido a las ideología nacionalistas, que tienen un sustrato racial, se generaron todo tipo de ideas peregrinas basadas en esa particularidad de la sangre humana.

Japón no fue ajeno a esos movimientos racistas. Y se extendió la teoría de que el tipo de sangre influía en la forma de ser de la persona. De acuerdo con el cuadro anterior y dado que el 70% de la población japonesa es del Grupo A o del Grupo O, forman la mayoría y lo que se considera normal.

Para los que creen en éstas cosas, los 30% restantes pertenecientes al Grupo AB o al Grupo B, son gente “menos normal”. A la hora de buscar empleo o de promocionarse en una empresa, no es ninguna broma pertenecer a uno de los grupos minoritarios dado lo extendido de la creencia de conexión entre el grupo sanguíneo y el carácter. Incluso a la hora de ligar.

Parece mentira que un país tecnológicamente desarrollado como Japón pueda dar amplia cobertura a tales infundios. Pero también se dan casos en Occidente. Por ejemplo, en el País Vasco, una región de España: el nacionalismo, propugnado por un partido, el PNV, tiene gran éxito y se llegó a fraguar la teoría de que los vascos eran una raza con grupo sanguíneo A y Rh negativo.

Cuando echaron cuentas y vieron que muchos furibundos nacionalistas no eran de ese tipo sanguíneo y que sólo con los votos de la gente Grupo A y Rh negativo no salían las cuentas, empezaron a dejar de propagar esa idea. Pero muchos nacionalistas vascos que tienen Grupo A y Rh negativo se sienten en su fuero interno como de “pata negra”, los más genuinos. La realidad es que hay muchos más Grupo A en Japón que en el País Vasco: el 40% de los japoneses son Grupo A, es el mayoritario allí.