Millonario con web de citas

El canadiense Markus Frind se hizo millonario con una web de citas que creó en Internet. Se le ocurrió la idea con su novia, la puso en práctica, se apuntaron algunos amigos y después, se hizo viral y tuvo éxito. Ha llegado a ingresar varios millones de dólares anuales y parece que una parte importante de ese dinero procede de ingresos publicitarios debido al alto número de visitas que pasan por allí. 

Es lo que tiene la red. Si tienes una idea, la plasmas en una web y atrae la atención del público, te puedes forrar. Naturalmente, suelen ser noticia los que triunfan. Montones de intentos se ven truncados a diario. En el caso que nos ocupa, la idea fue explotar una de las actividades muy extendidas en Internet: tratar de ligar a través de la red.

También es cierto que las páginas de Internet que se inician en inglés tienen un público potencial casi a nivel mundial, por ser el inglés la lengua franca de hoy día que hablan o chapurrean personas en todos los países. En otros idiomas que no sea el inglés, están restringidos a áreas geográficas concretas.

Es verdad que el español es el segundo idioma internacional más hablado después del inglés (quitando China, donde por obvias razones de ser más de mil millones de habitantes, el mandarin es el idioma más hablado, pero restringido a ese país).  

La pega es que el tráfico de visitas correspondientes a muchos países centro americanos y sudamericanos no tiene el mismo beneficio que el procedente de países de habla inglesa como EE.UU., Reino Unido, Australia, Nueva Zelanda, etc,. Muchos de los países latinos andan al filo de la ruina o con monedas basura, con sus revoluciones peronistas, bolivarianas, castristas, sandinistas, evistas, etc,. Monedas que nadie quiere y eso es un grave handicap.

Los hay que no gustan de recurrir a Internet para ligar sino que prefieren el cara a cara y tienen técnicas de contactar infalibles como el del meme adjunto. Parece ser que con esa frase de estudias o te trabajo ellas caen rendidas a sus pies. Se sienten arreboladas por esa propuesta atrevida y cutre. Le ven sincero y decidido a hacerlas felices durante un rato. Saben que después de acabar la faena él se irá a seducir a otra. Saben que es un seductor profesional pero no les importa porque la excitación que sienten al oir como él les dice esa frase las empuja a arrojarse en sus brazos.