Las camisetas con el mensaje de depresión resultaron conflictivas. La que se ve en la foto fue elaborada por una
empresa norteamericana de moda y provocó una fuerte polémica en Internet a
través de las redes sociales. Los denunciantes entienden que se trata de una
enfermedad mental con la que no se puede frivolizar para hacer comercio.
La empresa comunicó a través
de Twitter que retiraría la camiseta de la venta y que no había pretendido
ensalzar esa enfermedad, como muchos acusaban. Por lo visto la historia es que
hay una empresa de moda ubicada en Singapur cuyo nombre es precisamente
“Depresión”. Y es la que diseñó la camiseta de la discordia con el fin de
promocionar su marca y celebrar el llevar siete años funcionando.
La cuestión que se suscita
es cómo se les ocurrió a los de esa empresa poner ese nombre a la empresa. Los
dos propietarios explican que ellos trabajaban en una empresa de publicidad e
hicieron amistad doce años atrás. Ambos se sentían deprimidos por el tipo de
vida que llevaban en esa agencia publicitarias y de ahí que decidieran crear un
negocio propio con el peculiar nombre de “Depresión”.
Lo cierto es que cada vez hay más tiendas que venden camisetas y cualquiera puede decir que quiere que se escriba en ella. Por ello es difícil un control ético sobre lo que se imprime en la tela. Pero es diferente cuando el que imprime el texto es una empresa. Está expuesta a provocar reacciones adversas y denuncias si se extralimita en su audacia.
La moda de llevar ropa con
palabras impresas o mensajes, todo un fenómeno sociológico, ha dado lugar a que en ocasiones algún sector del
público se haya sentido molesto. Aquí podemos ver algún caso como el que irritó a los irlandeses por asociarles con la borrachera. O la camiseta que invitaba a comer menos. Fue acusada de incitar a la anorexia para estar delgado.
Ahora pondré algunas camisetas más que transmiten mensajes más o menos curiosos:
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