Lo que decía el anuncio era "chica lava coche a fondo". Me pareció interesante. Había que llamar para concertar hora ya que era una limpieza profunda que llevaba tiempo. La voz de ella sonaba muy insinuante al teléfono. Explicaba como era una mujer sin piedad, que no dejaba nada incrustado. Parecía que estaba hablando de alguna disciplina erótica.
Le pregunté que si se podía mirar mientras limpiaba y dijo que por supuesto y que ella misma me serviría una cerveza para animar. Así que llegado el momento de la cita fui con el coche al lavadero. Mi imaginación iba deleitándose en escenas de rotundos traseros moviéndose al ritmo de la esponja que se deslizaba por la chapa.
Veía ante mí piernas contorneadas por donde discurrían chorros de espuma. Pechos jabonosos se frotaban contra los cristales del vehículo. Mientras yo miraba y echaba un trago de cerveza. Eran las imágenes que normalmente uno asocia con un lavadero que se anuncia atendido por chicas.
Así es como me imaginaba que me serviría la cerveza la chica limpia coches del lavadero
En fin, no voy a seguir haciendo descripciones de mis fantasías. Pondré unas fotos para que os deis cuenta de lo que pensaba que eran las cosas en aquél lavacoches. Y al final habrá un vídeo corto viral de cómo era la realidad que me esperaba.
Creo que ya os habréis hecho una idea de por donde iban mis pensamientos cuando acudía al lavadero. Ahora vamos con el vídeo donde se puede ver la realidad. Yo no había visto algo igual nunca. Ella ni siquiera advertía de que había que sacar de dentro del vehículo aquello que fuera delicado. Lo cierto es que lavaba sin piedad, como me había anunciado por teléfono. Mirad el vídeo viral:
Cuando ví aquello le pregunté que donde había aprendido a limpiar coches así y me dijo que había aprendido lavando tractores en su pueblo, que era famosa por dejarlos como los chorros del oro. Cuando salí de allí parecía que el coche se había caído a un río.
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