Rocambolesco caso el de la adúltera pillada con el hijo del detective contratado para espiarla. Resulta que Amber T. era profesora de danza y estaba casada. Presentó una demanda de divorcio contra su marido y éste descubrió que ella había comprado ropa de hombre que en la casa donde vivían no estaba.
El marido supuso que ella había ligado con otro y que esas compras eran regalos para su amante.
El marido contrató a un detective para que investigara y a las pocas semanas el detective la pilló en plena faena. Amber y su amante estaban desnudos bajo una sábana y se refocilaban a placer en un rincón de la academia de danza.
La sorpresa del investigador fue cuando vio que era su propio hijo de 17 años el que estaba trajinando con la adúltera. Menuda casualidad.
La mujer fue denunciada por tener relaciones con un menor de edad y detenida. Finalmente fue juzgada y la sangre no llegó al río: la condenaron a un mes de prisión y a prestar después unos cuantos servicios comunitarios.
En mi opinión un chico de 17 años puede ser menor de edad legalmente por no tener 18 años pero en realidad debería tenerse en cuenta la edad mental. Hay jóvenes que a los 17 años ya están muy desarrollados. Y además a esas edades una fantasía frecuente es ligar con una profesora.
Ahora veamos la cara de estupor del investigador cuando vio que era su propio hijo el que estaba trajinando con la profesora:
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