La foto anterior que recoge la masacre del Día de los Enamorados es ya icónica. Conocido el hecho histórico como Matanza del Día de San Valentin, ya que sucedió un 14 de Febrero, en 1929, la imagen ha sido reproducida desde entonces en multitud de películas que tratan sobre el mundo de la mafia.
Los que aparecen muertos en el suelo son siete. Sucedió en Chicago. Eran los gangster más notorios de la banda irlandesa de Bugs Moran. Se habían reunido en un local para recibir una entrega de licor ilegal. Estaba en vigor la famosa Ley Seca que prohibía la venta de bebidas alcohólicas en Estados Unidos.
De repente se presentaron en el local cinco hombres que se anunciaron como policía. Tres de ellos iban de uniforme y otros dos de paisano. Les dijeron a los de la banda de Moran que se colocaran contra la pared simulando que era una redada.
Cuando los irlandeses estaban contra la pared fueron acribillados a tiros. Curiosamente el jefe de la banda, Moran, que había llegado tarde, creyendo que era una rafia policial, se mantuvo aparte refugiado en un bar próximo.
Recreación en una película de los hechos.
¿Quién fue el culpable de los asesinatos?.
La policía, la prensa y la opinión pública dio por sentado que detrás de la masacre estaba Al Capone, que controlaba la mafia en la ciudad excepto en la zona norte de la misma, donde operaba la banda de Moran.
Eliminada la banda irlandesa, Al Capone se quedó como dueño y señor de los bajos fondos de Chicago.
Pero nada se pudo probar contra el famoso mafioso: el día de los hechos estaba en Miami. Personalmente no podía haber intervenido disparando. Pero la sospecha era que el grupo que eliminó a los irlandeses había sido dirigido por un lugarteniente de Al Capone, al que se conocía por el alias de Machine Gun (Metralleta).
Machine Gun adujo ante la policía que en el momento del tiroteo estaba con su novia en otro lugar, lo cual fue corroborado por ella.
Así pues, ninguno de los cinco pistoleros que acabaron con los gangster de Moran pudieron ser identificados y por tanto imputados. Ni siquiera se supo si los tres de uniforme eran policías de verdad o iban disfrazados.
Todas las evidencias, sin embargo, apuntan a que las sospechas eran ciertas: el golpe tuvo que ser ordenado por Al Capone para hacerse con el control mafioso de la ciudad. Nadie más tenía capacidad de hacer una matanza como la sucedida ese día.
Publicación en la prensa en su día del violento suceso.
Lugar famoso turístico:
El local donde tuvo lugar la masacre se ha convertido en un lugar de visita por parte de los turistas que visitan la ciudad de Chicago.
0 comentarios :
Publicar un comentario