El otro día, Felipe González hizo una declaración diciendo que España podría tener que arrastrarse por el suelo durante 10 años. Es decir, asoció a España a algo así como un caracol. Y a ese arrastrarse puede empujarnos la morosidad. Porque el problema de la morosidad es la velocidad de su crecimiento y está siguiendo una curva de crecimiento similar a esa espiral que lucen los caracoles en su concha.
Esa curva de crecimiento del “caracol” es lo que se conoce en matemáticas como curva de Fibonacci, en honor al matemático italiano del mismo nombre y del siglo XIII que descubrió la sucesión infinita de números naturales donde el primer número es el cero, después del 1 y después, cada número, es la suma de los dos anteriores:
0, 1, 1, 2, 3, 5, 8, 13, 21, 34, 55, 89….
Es decir, que si hace un año estábamos en una media de morosidad del 2% y ahora estamos llegando al 5% bien pudiéramos estar dentro de un año llegando al 13%. Naturalmente, esto es una forma tosca de verlo sobre la sucesión de números arriba indicados, ya que los cálculos más precisos habría que hacerlos sobre la curva matemática y tomando como referencia los incrementos trimestrales de morosidad habidos en los dos últimos años, por ejemplo.
Pero si nos da idea de que forma la morosidad, si sigue creciendo de acuerdo con la curva del “caracol” de Fibonacci, puede hacer que nos arrastremos por el suelo como un caracol. No es extraño que el caracol de la fotografía diga que González es un optimista. Y es que el caracol sabe mucho de curvas de Fibonacci.
No nos extrañaría que altos cargos políticos que toman decisiones a diario sobre graves asuntos económicos, no hubieran oído hablar de Fibonacci ni de éste tipo de curva exponencial del caracol, que tanta transcendencia en muchos fenómenos expansionistas, entre ellos, la morosidad.
Bueno, pues si leen éste artículo, tendrán ya una idea de que es dicha curva y deberían meditar sobre como pudieron tomar decisiones sin conocerla. Y si fueran más prudentes, meditarían mucho sobre la gran cantidad de otros asuntos de matemática financiera y estadística que pudieran desconocer y sobre si se pueden desarrollar cargos políticos con tales lagunas.
Actualización:
En España, la morosidad de las entidades financieras llegó a ser de 13.6% a finales de 2013. Pasó de 10.8% del año anterior creciendo un 2.8%. Es producto de la enorme crisis provocada por la burbuja inmobiliaria, que estalló en 2008 y por la corrupción e inoperancia política, sobre todo en la época del gobierno socialista de Zapatero, entre 2004 y 2011.
Bueno, pues si leen éste artículo, tendrán ya una idea de que es dicha curva y deberían meditar sobre como pudieron tomar decisiones sin conocerla. Y si fueran más prudentes, meditarían mucho sobre la gran cantidad de otros asuntos de matemática financiera y estadística que pudieran desconocer y sobre si se pueden desarrollar cargos políticos con tales lagunas.
Actualización:
En España, la morosidad de las entidades financieras llegó a ser de 13.6% a finales de 2013. Pasó de 10.8% del año anterior creciendo un 2.8%. Es producto de la enorme crisis provocada por la burbuja inmobiliaria, que estalló en 2008 y por la corrupción e inoperancia política, sobre todo en la época del gobierno socialista de Zapatero, entre 2004 y 2011.
Si nos fijamos en los números de la serie de Fibonacci puestos antes, la morosidad está siguiendo casi la curva esa del caracol de forma preocupante. Por eso cabe considerar optimista el presagio de Felipe González puesto al principio: hay crisis hasta 2018 o más.