El endeudamiento de las AUTONOMIAS es un asunto confuso. Elena Salgado, la Ministra de Economía de España, durante una sesión de control en el Senado del 2 de Noviembre de 2010 dijo que “estoy de acuerdo con que si son las Autonomías las que quieren establecer sus propios techos de gasto será una herramienta útil”, pero dejando claro que era una decisión cuya competencia recaía en los gobiernos regionales y no en el Estado.
Al mismo tiempo, advertía de que la propuesta del PP de que se impusiera un límite de gasto a las Comunidades no tenía visos de ser Constitucional.
Por eso digo que es un asunto confuso, oscuro, lo del endeudamiento de las Autonomías. Parece deducirse de las palabras de Salgado que no se sabe a éstas alturas si algo tan elemental como fijar un nivel de endeudamiento se ajusta a la Constitución y también parece deducirse que las Autonomías van por libre y pueden endeudarse lo que estimen oportuno.
Es imposible abordar una crisis del volumen en que se ha sumergido España con tales ambigüedades y oscurantismos. Ya debería saberse si fijar techos de gasto a las Autonomías es constitucional o no lo es, y si no lo es, lo que procede es cambiar la Constitución, porque el Estado siempre ha de tener esa herramienta de fijar límites de gasto, disponible.
Porque las Autonomías son también Estado. Y el barco es único, es España. Los tripulantes son los españoles, los que con sus impuestos han de responder del endeudamiento público en última instancia.
Las Autonomías han tenido todos éstos últimos años a las Cajas bajo su control y al final, muchas de ellas quedaron descapitalizadas. No parece que ello haya conllevado responsabilidades judiciales y ni siquera políticas. Y las Autonomías no han dejado de endeudarse desde 1995, como de vez en cuando ha alertado el Banco de España.
Sólo cabe decir que tal sistema autonómico, en éste plan y lleno de nacionalismos, caciquismos y corrupción, es económicamente inviable. Es gran culpable de habernos llevado a una crisis monstruosa y será el gran lastre para poder salir de ella.
Añadir que Elena Salgado aprovechó su intervención en el Senado para decirle al PP que empezase por controlar los gastos de las Comunidades donde gobierna. Y no le falta razón.
El PP debería predicar con el ejemplo y no lanzarse como otros partidos al derroche y la dilapidación. Aunque lamentablemente, una vez más, recordemos a Voltaire cuando decía que cuando se trata de dinero, todos son de la misma religión.
6 comentarios :
En este virreinato de taifas en el cual estamos instalados, más del 80% del déficit público está causado por las autonomías que a fin de cuentas, son las que tienen trasladadas el mayor número de competencias.
Con este batiburrillo es imposible poner orden en un asunto de tanta trascendencia.
En Estados Unidos se presupuesta un dinero equis para cada Estado. Si lo gastan antes de tiempo no hay "tu tía", se tienen que buscar la vida reduciendo prestaciones o sueldos y arriesgarse a que el votante los castigue por su mala gestión.
Por eso Chicago no fué sede de los Juegos Olímpicos, porque no se le concedió ni un dolar más. Esa es la solucción al tema.
Esa ministra debe de saber de economía lo que yo, nada.
Esta imbé... de ministra debería saber que las autonomías son estado, parte del estado.
No son marcianos que pasaban por ahí.
Y su trabajo es controlar sus gastos, su endeudamiento... esas cosillas de nada.
Lo que más me indigna es el cinismo de esta, perdón, iba a decir señora.
Intentando ser ecuánimes, quizás Salgado está intentando decir que ella no montó el tinglado que impide controlar a las Autonomías.
Bien es verdad que si hay dudas de que sea o no Constitucional el imponer un techo de gasto, esa duda ya tenía que estar resuelta hace tiempo.
Dudo que sea Constitucional pagar más a funcionarios Autonómicos que a los estatales por el mismo puesto de trabajo, y se hace.
El caso es quitarse responsabilidades, es más cómodo, fácil y clásico en vagos y maleantes.
PSOE y basura agarrados de la mano.
Eso si los mítines "salsa rosa" y "salvame" pero políticamente, todo por el poder y el turno que ahora me toca. Jugando a las casitas y el pueblo
como que le va el sadomasoquismo.
Después va la Pajín en los medios de comunicación pidiendo confianza para el gobierno, que todo va viento en popa y que los malos son los demás.
Lo que ocurre en las autonomías es lo mismo que ocurre en todo el sistema político de este país que es el nuestro @ lo que puedas (arroba lo que puedas) y aquí no pasa nada que los pringaos de turno ya trabajaran más horas para nosotros.
Lo que está ocurriendo en este país con las autonomías es una pura vergüenza propias de una política como la del "corralito".
España no volverá a ser la misma, por supuesto pero a peor.
Saludos.
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