Bueno, yo no vendo a mi madre, la vende Max Papeschi, artista italiano que sin duda trata con ello de adquirir fama o dinero. Ha hecho saber que el que la compre se la lleva donde desee, siempre que la trate adecuadamente. Ella llevará consigo un album de fotos personales, libros y comidas favoritas. Papeschi se dedica a ir de “enfant terrible”, tratando de epatar con sus carteles supuestamente satíricos contra las multinacionales, generalmente norteamericanas, sobre todo Disney y McDonalds.
La verdad es que hay poco de rompedor en los dibujos de Papeschi. Sólo pueden entusiasmar a algunos tontiprogres de los que abundan por ahí. No veo que sentido tiene un dibujo de payaso con insignias de Mc Donalds dando la bienvenida a un supuesto campo de exterminio de Auswicht. Teniendo en cuenta lo tremendo de un campo de exterminio, ese tipo de gracietas supone una banalización grosera.
Y dibujar al ratón Mickey de Disney vestido de nazi tampoco parece una gran tarea creativa. Hoy día, la amenaza en Occidente es la penetración islamista y si Papeschi quiere ser enfan terrible, que dedique su ingenio a satirizar a esa medieval doctrina y a sus seguidores.
Veamos alguna sus obras expuestas en su web Maxpapeschi
La idea de “vendo a mi madre” tampoco parece de una gran originalidad rompedora. Ya hace mucho que circulan carteles como este, en que en vez de venderla, la alquilaban. Y la madre ésta que alquilaban parece bastante más apetecible que la madre de Pascheli, que encima, hay que comprarla.
11 comentarios :
Hay quien va de gracioso, y maldita la gracia que hace...
Aquí algunos venden su futuro (y el nuestro) por 400 euros y una bombilla ecologica.
MJ
Periódico, quizás el "humor" de Papeschi sea del gusto italiano, porque no lo entiendo.
MJ, la bombilla famosa que "regalaban", de ecológica nada. Era de bajo consumo, pero ya arcaica, porque la ecológica y de bajo consumo de verdad son las bombillas LED. O sea, encima promocionaba tecnología obsoleta.
Cuanto gilipuertas suelto, pero siempre habra compradores de caca en bote...en cuanto a lo de su mamá, si se deja la señora...y si le sale como Estella Reynolds se comprende perfectamente.
Maribeluca, supongo que habrá consultado antes con su madre que piensa venderla. Parece más lógico que hubiera sido la madre la que vendiera al hijo talentoso que tiene, je, je.
He vivido unos cuantos años en Italia y un payaso es siempre un payaso. Allí, allá o acullá.
Un saludo.
Epatar está al alcance de cualquier merluzo ostente la nacionalidad que ostente,viva en Nueva York o en Alpedrete.
Son tiempos donde cualquier cefalópodo tiene su momento de gloria.
Lo lógico, con ese tipo de dibujos es que acaben vendiendose como albornoces, paraguas y toallas de playa Papeschi, en el mercadillo, claro está.
No a todo, que en Italia hubiera un humor especial era sólo una forma de explicar que Papeschi considerase rompedor vestir a Mickey Mouse de Nazi. Pero ya veo que tú lo desestimas con tu experiencia personal.
Natalia, no creo que éste cefalópodo tenga mucha gloria con tal idea de venta de su madre.
Candela, creo que ni para el mercadillo sirven. Me parece que el autor deberá cambiar de temática.
Hoy en día llaman artista a cualquier gilipollas con labia que sabe venderse bien.
Aspirante, sobre todo si se arrima al tontiprogresismo.
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