La historia de Mauricio F., el atracador que protesta por la inseguridad, no tiene desperdicio. Va en coche a atracar una farmacia en una ciudad brasileña. Lo aparca, desvalija la farmacia y cuando sale corriendo con el botin, se encuentra que el coche en el que pensaba escapar, no está: se lo han robado. Se da la circunstancia de que ese coche lo había robado él el día antes para desplazarse a dar el golpe y huir posteriormente.
Total que el local asaltado ha dado la alarma y una patrulla de policía acude raudamente. Mauricio escapa corriendo pero es alcanzado y detenido. Y se quejó ante la policía de que le hayan pillado debido a que le habían robado el coche manifestando lo intolerable que es la inseguridad existente en la ciudad.
Supongo que la policía habrá tomado nota para mejorar sus procedimientos. No hay derecho que robes un coche y al día siguiente te lo roben a ti y te arruinen un atraco. A este paso, ni víctimas ni delincuentes estarán seguros, lo que es grave.
Y por si fuera poco, la gente cada vez es más excéntrica. Entras a robar en una casa y te puedes encontrar con cualquier cosa, hasta con un tigre.
Supongo que la policía habrá tomado nota para mejorar sus procedimientos. No hay derecho que robes un coche y al día siguiente te lo roben a ti y te arruinen un atraco. A este paso, ni víctimas ni delincuentes estarán seguros, lo que es grave.
Y por si fuera poco, la gente cada vez es más excéntrica. Entras a robar en una casa y te puedes encontrar con cualquier cosa, hasta con un tigre.
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