Lo de poner cocaína en el pene es un vicio peligroso. Pero si además
se la inyecta uno en el miembro, como hizo un hombre en Nueva York, entonces
puede producirse un daño demencial. En el caso que veremos, el hombre perdió dos piernas,
nueve dedos y el propio aparato reproductor. El consejo es no recurrir a tales métodos como método de excitación.
Lo médicos del Hospital Cornell de Nueva York han advertido de lo
peligroso de esa práctica que parece ponerse de moda y aconsejan no practicarlo. La cocaína la diluyen en
un suero y con un gotero o una jeringuilla la introducen en la uretra.
El último caso que han atendido es el de un hombre de treinta y cuatro años que tuvo la idea de
experimentar hacer el amor inyectando cocaína en su pene. Pensó que aumentaría
mucho su capacidad sexual.
El resultado fue que sufrió una erección permanente durante tres días,
lo que se conoce como priapismo. Ello condujo a dolores y no poder orinar. Fue
ingresado en el hospital y al cabo de esos tres días la erección remitió. Pero después vino lo peor.
Cocaína en el cipote: hemorragias y cangrena
La cocaína había producido una dilatación de las venas que dieron
lugar a hemorragias internas en pies, manos, genitales, pecho y espalda. Las
coagulaciones de la sangre dieron lugar a gangrena en diferentes lugares.
Los médicos no tuvieron más remedio que cortar las dos piernas a la
altura de las rodillas y extirpar nueve dedos, ya que eran zonas gangrenadas
sin recuperación posible. De no amputar, se hubiera extendido la necrosis de
tejidos por todo el cuerpo y la muerte. Por supuesto, también perdió el pene.
Se cayó sólo gangrenado.
Se advierte sobre la otra práctica que es menos agresiva, la de untar
con polvo de cocaína la piel de cipote masculino para tener relaciones. La
droga es absorbida por la piel e introducida en el torrente sanguíneo. Produce
dilataciones venosas en el hombre y en la vagina de la mujer que entra en
contacto con la droga.
Se producen pequeñas hemorragias en la zona que normalmente no darán
lugar a mayores problemas pero en algunos casos si pueden darlos ya que el peligro
de un necrosis de tejido en una pequeña zona puede extenderse poco a poco. Sin
contar con los daños que la droga en sí causa al organismo y al cerebro.
Droga muy adictiva
Esta droga tiene una gran capacidad de actuar casi inmediatamente que
entra en el torrente sanguíneo. El principal efecto es de euforia, elevando la autoestima del que la ha tomado. Suele
producir verborrea y también convertir al individuo en alguien sobre excitado e
irritado.
Una dosis normal dura sobre una hora y rápidamente empieza a dejar de
hacer efecto. Entonces la mente demanda otra dosis para volver a recuperar lo
perdido. De ahí que sea muy adictiva. No obstante, aunque disminuyen los efectos que causa, los restos permanecen en el organismo durante unos tres días, por lo que pueden ser detectados en análisis.
Ni siquiera es segura como excitante sexual. Lo mismo puede producir ese entusiasmo buscado como todo lo contrario, que el nabo masculino se quede flácido y anestesiado.
Con el tiempo, si se consume
habitualmente, dará lugar a ataques de pánico, tendencias suicidas y demencia. Finalmente,
es mortal. Aparte de lo ya relatado de que pueda producir necrosis en tejidos.
Aunque a veces se habla de que ciertas bebidas contienen coca, se refieren a hoja de coca para dar sabor pero dichas hojas han sido tratadas para retirar la cocaína. Es decir, ya no contienen el principio activo de la droga.
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