Lo primero, el caso de la reportera pasada por agua y después otras mojadas. La periodista ha ido a hacer un reportaje en un barrio donde no quieren que se hable de él. Y está allí delante de la cámara dispuesta a comenzar sus explicaciones cuando de repente, una puerta se abre y una vecina le arroja un balde de agua. O sea, por si no había quedado claro que en ese barrio no eran bien recibidos se lo demostraron expresamente. El vídeo, que fue viral, es muy corto:
Ahora veamos otro también muy corto en el que a una modelo en bikini le gastan una broma en un plató de televisión. Va caminando por el escenario luciendo su tipazo cuando de repente se lleva una sorpresa también acuosa:
Y ahora una que va a mojarse porque ella lo quiere pero no resulta como deseaba. Está grabando una imagen suya ante de saltar al agua en plan peliculero. Tiene una pancarta en la mano, dice algo a la cámara y vestida, con sus tacones, se dirige a lanzarse al líquido elemento desde la tarima de un embarcadero. Pero todo el montaje se viene abajo por culpa de un resbalón.
De remate, un extra. No tiene nada que ver con el agua. Una mujer va a sentarse en un hamaca donde ya están otros aposentados. La desequilibra y pasa lo que podéis ver a continuación:
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