Una prueba de alcoholemia para hombres que han estado bebiendo en fiestas o en un botellón consiste en lo que se conoce como culímetro. Ellas acercan sus panderos a la cara de ellos y según sea la mayor o menor reacción será menos o más el nivel de borrachera.
Las masas de los pompis femeninos y los efluvios que emanan del potorro actúan directamente sobre el sistema neuronal instintivo más primitivo del cerebro masculino. La presencia del pompis a poca distancia del rostro del hombre provocará una inmediata respuesta por parte de éste.
Si el que ha bebido reacciona rápidamente es que puede conducir. Si reacciona pero lentamente, no puede conducir. Si no reacciona es que conviene conducirle a un centro de desintoxicación alcohólica.
Chica, si has ido a una fiesta con un amigo o tu novio y le ves algo parado o adormilado, no dejes de practicar el culímetro para comprobar cual es su verdadero estado, si es que está aburrido, cansado o borracho.
El método es sencillo y fácil de aplicar. Ahora pondré algunas fotos sobre como se hace para aquellos que no lo hayan entendido bien. Como también comprobaremos, algunos jetas que conocen el procedimiento lo usan para ligar o para practicar el voyeurismo.
Hombre gravemente alcoholizado. No reacciona ni con dos panderos.
Otro que está seriamente bebido. No reacciona ni con dos panderos y unos pechos.
Ésta chica quiere hacer la prueba a fondo. Se ha quitado las bragas. Con ellas puestas el hombre no reaccionaba. Si ahora no reacciona va a llamar a una ambulancia.
En este caso lograron reanimar al hombre. Una de las que practicaron el culímetro le lleva un café para que acabe de despejarse.
Aquí lo que sucedió es que el hombre se agarró a una de las que le hacían la prueba pero después se ambos se quedaron dormidos. Otra hizo esfuerzos por ver de reanimarlos pero fue inútil. Acabó meando encima de ellos.
Aquí lo que pasó es que el tío era un caradura que no había bebido y se hizo el dormido para que le hicieran el culímetro y mirar.
Aquí el hombre resultó estar fuera de combate totalmente.
Esta es la foto que sacó con su móvil uno al que le estaban haciendo la prueba.
Chica preparándose para hacer una prueba de alcoholemia.
En este caso lo que pasó es que el hombre reaccionó a toda pastilla y se llevó en la moto a la chica que le había practicado el culímetro.
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