Despedida por bocazas en red social

El caso de la despedida por bocazas en una red social es especialmente curioso porque después de un comentario despectivo perdió el puesto sin haber llegado a trabajar ni un día. La joven, de nombre Cella había ido a una entrevista de trabajo y había conseguido un empleo para trabajar en un restaurante italiano en EE.UU.

Pero al llegar a casa entró en Twitter y puso un mensaje despectivo sobre el trabajo que esperaba comenzar al día siguiente. Venía a decir que su trabajo era un porquería. En la imagen anterior vemos el tuit en cuestión.

Con lo que no contaba es con que el dueño del restaurante visitó a Cella en la red social y leyó el comentario negativo. Así que decidió contestar con otro en el que la notificaba que estaba despedida y que buena suerte, sin trabajo y sin dinero. Lo vemos a continuación. Pero la historia sigue.

Cella se quedó estupefacta al recibir ese tuit del que la había contratado. Tuvo dudas de que fuera cierto así que decidió telefonear y así confirmó que efectivamente estaba despedida por bocazas. Pero ella, ni corta ni perezosa contraatacó con otro tuit en el que ponía una imagen de una chica derramando dinero en forma de billetes, como que no necesitaba ni el trabajo ni la pasta.

La repercusión del asunto ha sido enorme. El tema ha llegado a todos los países. Cella comenzó a recibir tuits de todos los lugares del mundo donde se le decía "ya eres famosa en Australia", "ya eres famosa en Alemania", "ya eres famosa en Singapur", etc....

La lección es que hay que tener cuidado con lo que uno escribe en las redes sociales. Son muchos los que han perdido un trabajo por hablar mal de la empresa donde prestan sus servicios, o del jefe, o de los clientes, etc. Lo novedoso del caso de Cella es que ella perdió el puesto sin haberlo ocupado. El que la despidió manifestó a la prensa que no veía que había de malo en ese trabajo para hablar tan despectivamente: consistía en preparar ensaladas y en tomar nota de pedidos.

Las empresas cada vez revisan más en Internet los rastros que hayan podido dejar sus empleados o los que aspiran a ser contratados. Por eso lo que escribas hoy en Internet puede pesarte el día de mañana porque el mundo da muchas vueltas. Lo mismo sucede con los mensajes o tuits impulsivos, a veces espoleados por alguna copa de más. Más de una carrera profesional o política se ha derrumbado por un comentario poco meditado.