Un abogado ruso reclama a su ex novia Nina el dinero que gastó en citas con ella una vez que ambos han roto la relación.
Nina dice que no tiene nada que devolver, que ella aceptó ir a esos hoteles así como comidas y regalos porque creía que él era su novio. Pero que después de dos años de relación ya se dio cuenta de que él no iba a pedir su mano para el matrimonio y rompió.
Después de la ruptura el abogado presentó la demanda ante un tribunal. Alega que ella no era su novia, que aceptaba estancias en hoteles así como cenas y otros objetos porque no podía pagarlos y él lo que hacía era prestarle el dinero.
Según el abogado ella rompe con él para no devolverle todo el dinero prestado.
El tribunal de Krasnodar ha denegado la solicitud del abogado. El tribunal considera que el hombre invitaba a la mujer primero para ligar y después para que se dejase trajinar y que no cabe considerarlo un préstamo.
Pero el abogado ha presentado un recurso por no estar conforme: insiste en que era un préstamo y que allí trajinaban los dos, ella y él.
En fin, ya veremos en que acaba el recurso pero que tenga cuidado Nina porque igual tiene que devolver el dinero al abogado y además pagarle por los servicios de coyunda que él le proporcionó en esos hoteles después de las opíparas cenas.
Seguro que la próxima vez que Nina ligue no lo hará con un abogado.
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