Muchos no saben que una perla puede alcanzar grandes tamaños. Es el curioso caso de la perla monstruo de unos 34 kilos de peso que un pescador de Filipinas tenía en su casa como adorno.
La valoración que se ha hecho de la pieza es de unos cien millones de euros. Hay otra de algo menor tamaño que se valoró en ochenta millones y está expuesta en Nueva York.
Este tipo de perlas suele tener destino como exposición para el público. Suelen ser una fuente de atracción de turistas que quieren ver la monstruosidad.
Un ancla agarrada a una piedra:
El pescador filipino estaba en su barca pescando. Había lanzado un ancla para que el bote no se desplazara. Cuando quiso retirar el ancla observó que estaba agarrada a algo pesado. Se lanzó al agua y buceó.
Vio el ancla pillada por una especie de pedrusco de algo poco más de medio metro. Soltó el ancla y logró subir al bote aquel pedrusco.
Le pareció curioso y lo dejó en su casa como adorno. Así estuvo allí durante diez años hasta que un fuego destruyó parte de la casa del pescador. Quiso sacar algo de dinero de aquel pedrusco y probó a venderlo.
Entonces fue cuando le dijeron que aquello era una perla monstruo y que tenía un valor enorme. Ahora el pedrusco va a ser valorado y certificado por expertos que acrediten que de verdad es una perla. Si es así, como parece, el pescador sería millonario.
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