Como consejo, mojas un disco de algodón en vinagre de sidra y frotas la axila. La vinagre de sidra es muy buena para muchas cosas, incluso para el pelo, pero actúa en la axila destruyendo las bacterias que causan el hedor repugnante.
Aunque el olor del vinagre se va rápido puede uno acelerar el proceso y rematar la faena limpiando la zona con agua oxigenada, otro buen bactericida y que no provoca alergias y escozores como suele hacer el alcohol.
Con dicho vinagre evitas tener que emplear desodorantes que suelen contener metales o compuestos químicos que no gozan de buena fama. Porque algunos son antitranspirantes, o sea, cierran los poros por donde sale el sudor, lo que no es nada aconsejable.
Parece que recurrir a depilarse la axila no ayuda a combatir el efluvio repugnante y que acaba siendo más sano un sobaco peludo que uno rapado.
También sirve para los pies:
El consejo sirve también para el pestazo de pies. Tanto para evitar el olor hediondo de pies así como prevenir la aparición de hongos, no hay nada como los baños en vinagre de sidra.
También sirve para los pies:
El consejo sirve también para el pestazo de pies. Tanto para evitar el olor hediondo de pies así como prevenir la aparición de hongos, no hay nada como los baños en vinagre de sidra.
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