Cuando observamos el comportamiento de muchos dirigentes políticos en España, ahora que hay tantos, con 18 gobiernos y sus correspondientes parlamentos, (una burbuja de políticos), podríamos llegar a pensar que una plaga de estupidez ha caído sobre nosotros. Pero en realidad, probablemente se debe a que España está en franca decadencia mientras se eleva la Nación de Naciones que es Hispanistán.
Si nos atenemos a los estudios de Cipolla sobre la estupidez humana, debemos tener en cuenta que la proporción de estúpidos en cualquier sociedad es la misma, lo que sucede es que en las sociedades en decadencia, los estúpidos se vuelven MAS ACTIVOS porque el resto de ciudadanos se lo permite.
Parecería que el resto de ciudadanos no se lo debería permitir. Pero a las personas razonables, en un clima social de decadencia, les cuesta más actuar contra los estúpidos, que se vuelven cada vez más peligrosos y funestos. Como decía Cipolla, “esencialmente, los estúpidos son peligrosos y funestos porque a las personas razonables les resulta difícil imaginar y entender un comportamiento estúpido”.
Evidentemente, al estúpido, su comportamiento, le parece lo más natural del mundo. Y todo estúpido siempre encuentra otro montón de estúpidos que le siga y le jalee. Es decir, todo radica en la dificultad que tiene el estúpido para darse cuenta de lo estúpido que es. No hace falta añadir que cuanto más estúpido, más dificultad.
NOTA1: Carlo M. Cipolla fue un economista italiano, que estudió en La Sorbona y en la London School of Economics. Impartió clases en Berkeley hasta 1991 en que se jubiló. Se hizo muy conocido por sus estudios sobre la estupidez.
Si nos atenemos a los estudios de Cipolla sobre la estupidez humana, debemos tener en cuenta que la proporción de estúpidos en cualquier sociedad es la misma, lo que sucede es que en las sociedades en decadencia, los estúpidos se vuelven MAS ACTIVOS porque el resto de ciudadanos se lo permite.
Parecería que el resto de ciudadanos no se lo debería permitir. Pero a las personas razonables, en un clima social de decadencia, les cuesta más actuar contra los estúpidos, que se vuelven cada vez más peligrosos y funestos. Como decía Cipolla, “esencialmente, los estúpidos son peligrosos y funestos porque a las personas razonables les resulta difícil imaginar y entender un comportamiento estúpido”.
Evidentemente, al estúpido, su comportamiento, le parece lo más natural del mundo. Y todo estúpido siempre encuentra otro montón de estúpidos que le siga y le jalee. Es decir, todo radica en la dificultad que tiene el estúpido para darse cuenta de lo estúpido que es. No hace falta añadir que cuanto más estúpido, más dificultad.
NOTA1: Carlo M. Cipolla fue un economista italiano, que estudió en La Sorbona y en la London School of Economics. Impartió clases en Berkeley hasta 1991 en que se jubiló. Se hizo muy conocido por sus estudios sobre la estupidez.
NOTA2: Este artículo ha sido publicado también en España Liberal.
1 comentarios :
Aquí los estupidos abundan por doquier. Se les conoce como tontiprogres y están encantados de haberse conocido.
fdo.Castro
Publicar un comentario