HUELGA GENERAL: EL DILEMA

Los dirigentes sindicales de UGT y CCOO están ante el dilema de si convocar o no una HUELGA GENERAL. Sudan al pensar que han de hacerla contra el Gobierno de ZP, el mejor que les ha tratado. Pero si no hacen la huelga, parecerá que no hacen nada, y además, pudiera parecer que la reforma laboral es una reforma de chichinabo. Los mercados podrían exigir más reformas, podrían exigir que se acabase con el Convenio Colectivo, base del poder de éstos sindicatos. O sea que sudan porque tienen que planificar una huelga que tenga un cierto éxito pero dentro de un orden. Una huelga general que sea muy particular. Necesitan una huelga general que puedan vender como un éxito pero que no sea un éxito. Lo que necesitan es algo así como una huelga general que caiga en domingo.

No cabe duda de que los sindicatos CCOO y UGT se saben cada vez más cuestionados. Anclados en el convenio colectivo, que liga los salarios más al IPC que a la productividad o la situación particular de cada empresa y que ha hecho que España haya ido perdiendo competitividad, son un lastre para la economía. Demasiado ideologizados, son prácticamente prolongación de los partidos políticos de izquierdas. No pueden cambiar y tienen que defender su estatus quo ante el peligro de ser desbordados por otro tipo de organizaciones sindicales nuevas y más modernas. Se saben en un brete y les embarga el malestar. Claro, que más malestar embarga a los empresarios quebrados, a los parados, y en general, a la ciudadanía harta del derroche, la incompetencia y la corrupción.