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CESAR VIDAL, LETIZIA Y EL LIBRO

Cesar Vidal, en un artículo en La Razon, hace una especie de "defensa" de la Princesa Letizia con motivo del libro que trata sobre su vida  y titulado “Leticia Ortiz: Una republicana en la Corte de Juan Carlos I”. César Vidal habla de cómo conoció a Letizia antes de que fuera Princesa, cuando ella ejercía de periodista y aún estaba con su anterior marido.


Dice Cesar Vidal que Letizia le pareció “una muchacha más preparada que la media y entregada a su trabajo con un innegable perfeccionismo. Nunca me dio la impresión de que se comportara oscuramente. Por el contrario era una muchacha normal que buscaba compatibilizar su carrera con su vida doméstica…Recuerdo que hablamos en un par de ocasiones de ese tema y jamás le escuché una mala palabra sobre su marido ni percibí ese resentimiento tan típico en algunas féminas que, a partir de ese momento llegan a la conclusión de que todos los hombres son unos canallas”.

La verdad es que Cesar Vidal suena un poco pelota. Y se pasa cuando dice en el artículo que hay “una extrema derecha que pretende la sustitución del Príncipe por la Infanta Elena porque Letizia es una divorciada…”. Es evidente que en éste país ha habido muchos que se han manifestado estupefactos de que cuando a todo el mundo se le llena la boca con lo de la igualdad de la mujer, se permita que el derecho sucesorio pase a un hermano menor de la Infanta Elena por el mero hecho de ser hombre y eso no tiene nada que ver con la extrema derecha.

También creo que muchos de los que miraron con recelo el matrimonio del Principe Felipe con Letizia, no lo hicieron en base a los mayores o menores méritos de ésta como persona ni como profesional del periodismo, sino desde el punto de vista de si era lo más conveniente para la Monarquía y para los ciudadanos de un país muy tensionado por los nacionalismos y otros demonios internos.

Tradicionalmente, los matrimonios reales eran cuestiones de Estado con el fin de establecer alianzas con casas reales de otros países con el fin de afianzar conexiones por encima de la política partidista del momento. Probablemente mucha gente, sobre todo monárquica, se sintió defraudada por la elección del Principe, pero no por las visicitudes de la elegida en sí, sino porque, acertadamente o no, consideraban que se desaprovechaba una oportunidad de consolidar la monarquía mediante un enlace con un ciudadana destacada de otro país.



Por otra parte, sería ingenuo pensar que en el mundo mediático actual, una persona puede convertirse en Reina de un país sin que se hurgue en su pasado. Intentar mantener ocultos algunos aspectos de su vida, a la larga, sólo da lugar a rumores y que al final, cuando salen a la luz, pequeños errores adquieran tintes negativos muy superiores a lo que son en sí.

El libro titulado "Letizia Ortiz: una republicana en la corte de Juan Carlos I", escrito por el periodista Isidre Cunill, se refiere a la Princesa Letizia como “una mujer controvertida y polémica ante la opinión pública en general, que despierta entre sus futuros súbditos sentimientos y pasiones contradictorias que van del amor al odio, de la admiración a la envidia, del rechazo a la sumisión mediática”.
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6 comentarios :

candela dijo...

Que a estas alturas, el heredero tenga que ser varón ya tiene guasa..
Creo que Cesar Vidal exagera, ni santos ni ladrones. Leticia Ortíz será reina porque su marido la eligió a ella, personalmente no me acaba de gustar...
La Monarquía y la República son incompatibles por definición, para mi sobra la primera. La República es un sistema de gobierno como tantos, no es patrimonio de la izquierdona que se la agencia para sí, igual que hacen con la democracia.

CAPITAN TRUENO dijo...

Creo que a lo que se viene a referir César Vidal hace referencia a ese hurgamiento en el pasado de la gente a que tan aficionado se es en España.
No creo que sea de recibo, en un país en el que los Presidentes de Gobierno, especialmente los socialistas no tienen un pasado, ni un presente, precisamente ejemplar, criticar el pasado de la esposa del futuro Jefe del Estado (que al fin y a la postre, es lo que es el Rey), eso es cosa de ella y su maridín.
No es menos cierto que sí que existe una clase de personas trasnochadas que viven intensamente (a falta de experiencias personales más gratificantes) la vida de las realezas y demás zarandajas, y que suelen tener un perfil de extrema derecha o al menos de un poquillo carcas, lo que no quiere decir que todos los de extrema derecha sean así.
En cuanto a mi opinión personal sobre la república y la monarquía, coincido con Candela, la República es una forma de organizar el gobierno de una nación y punto. El problema de España es que hay demasiados nostálgicos y estalinistas que lo que quieren no es una república, sino La República, el frente popular, la masacre de quien no piense en rojo (no en vano es el color de la sangre, de los demás claro).
Si ella y el tontín son republicanos, allá ellos, como yo no soy el Rey, como si se la machacan.
Un cordial saludo.

aspirante dijo...

Me da lo mismo rey oreina, pero si algo tiene la monarquía para justificar su existencia es este tipo de excepcionalidades.
República ya! (por supuesto no la del 36)

Bucan dijo...

Candela, Capitan Trueno, Aspirante, está claro que la izquierda aquí, cuando se refiere a la República, está hablando siempre de la de 1931, la II República, que fue un fracaso total y contra la que se levantaron los socialistas en 1934. La Primera República también fue otro fracaso, por corrupción.

Capitán Trueno, lo del hurgamiento en el pasado de la gente es lógico cuando van a ocupar altos puestos institucionales. De hecho, se hurga poco. El que quiera ocupar puestos públicos de relumbrón, ha de apencar con su pasado. Y si no quiere, nadie le obliga a estar en la palestra pública. Cesar Vidal, en su artículo, lo mires como lo mires, hace la pelota y nada más.

Se pone a decir lo fantástica que es Letizia, cuando no es eso lo que se discute. Para empezar, que el varón tenga preferencia ya es una excepcionalidad. Por el mismo motivo era de esperar que el matrimonio del Principe fuera excepcional, es decir, un marimonio de Estado, no por "amor", como si se tratara del de una persona del montón.

CAPITAN TRUENO dijo...

Hurgar en el pasado me parece fantástico, cuando lo que se busca es una posible conducta delictiva o indeseable.
Ya sé que bastante indeseable es ser de esa secta nazional-socialista que nos machaca día a día.
Pero eso, de momento, no es un delito, ni una política incorrecta.
Y no me parece César Vidal, a quien escucho desde hace cuatro años diariamente, alguien precisamente proclive a hacer la pelota, ni ser sospechoso de ser monárquico.
Otra cosa es que ni a tí ni a mí nos guste la consorte del bobín.
Un saludo cordial.

Bucan dijo...

Capitan Trueno, lee detenidamente el párrafo escrito por Cesar Vidal que aparece en el artículo. Es de peloteo baboso y encima desvía la atención hacia la persona de ella y su capacidad profesional como periodista, como si eso estuviera en duda.

Era una muchacha normal, dice por cierto, y eso es lo que muchos achacan como problema, los que piensan que un Principe heredero debe anteponer los intereses de Estado a los gustos particulares y no debe elegir a una "muchacha normal".

POr otra parte, yo no he dicho que no me guste la Princesa Letizia. Estoy intentando hacer ver el punto de vista de muchos monárquicos que criticaron la elección, porque si los propios monárquicos se alejan de la Monarquía, pues a ver...