FACTURA ELECTRICA: VA A SUBIR

La factura eléctrica o factura “de la luz” va a subir. Lo va a hacer más tarde o más temprano. Y al final, la subida tendrá que ser sustanciosa porque hasta ahora se está cobrando al usuario un precio de kilovatio inferior al de producción del mismo. Gran parte del precio elevado de producción se debe a las subvenciones que reciben las energías renovables como la eólica y sobre todo la solar, mucho menos eficiente.

La diferencia entre el precio de producción del kilovatio y el precio de venta al consumidor, se carga hasta ahora al déficit tarifario que cubre el Estado con dinero público de los impuestos, y como no tiene suficiente dinero, ha de recurrir al endeudamiento para poder hacer frente a ese pago. Las siguientes consideraciones intentarán aclarar lo más importante en torno a la factura eléctrica y su subida.  

PARTES DE LA FACTURA ELECTRICA:

La factura eléctrica consta de tres partes: impuestos, peaje y precio de la energía consumida. Los impuestos los fija el gobierno. El peaje, también: es la parte que va a pagar el transporte de la energía por las líneas eléctricas. Y la energía consumida tiene un precio que resulta de la subasta entre las comercializadoras.

Debido a que el precio fijado actualmente de la electricidad no cubre los costes de producción, por estar subvencionado, es necesario incrementarlo. El Estado adeuda miles de millones de euros a las compañías eléctricas debido a lo que se conoce como déficit tarifario, por culpa de que el kilowatio consumido está subvencionado, algo que la UE no consiente, exigiendo que se pague el precio real de producción de energía. Porque de otro modo, lo que consumen unos, lo pagan todos con sus impuestos: los que consumen menos acaban pagando lo de los que consumen más.

Desde julio de 2009 en que se liberalizó el sector, cada cual puede contratar con la compañía comercializadora que desee. El que no haya hecho nuevo contrato desde que entró en vigor dicha ley, y para consumos domésticos o de pequeña empresa, (menos de 10 kw contratados) está acogido al contrato de  Tarifa de Ultimo Refugio, conocido como TUR y dicho contrato consta de las tres partes indicadas antes: impuestos, peaje y coste de energía en base a las subastas de las comercializadoras. Según el precio fijado en las subastas de potencia eléctrica, así es el precio del Kilowatio que se cobrará al consumidor.

Tarde o temprano, el precio a pagar por la electricidad por parte del consumidor acabará siendo el precio real, sin subvención, porque el Estado no puede hacer frente al coste de la subvención, debiendo miles de millones de euros que probablemente tendrá que pagar emitiendo deuda. Y la UE, como se ha mencionado, no consiente este tipo de bonificaciones con cargo a los impuestos de todos, puesto que los que menos consumen acaban pagando con sus impuestos el consumo de los que más gastan.

TARIFAS CONGELADAS:

Lo de congelar las tarifas, medida que se tomó en la época de Aznar, acudiendo a la subvención por parte del Estado para cubrir el déficit en que iban a entrar las eléctricas es una media cómoda cuando no se quiere abordar en serio la política energética para que se produzca electricidad lo más barata posible de la forma más eficaz.

COSTE DE LAS RENOVABLES:

Se jugó con la demagogia de impulsar la energía solar, a base de subvencionarla también: al olor de la subvención, miles de granjas solares han proliferado por España. Es una producción cara e ineficiente, que obliga al Estado a pagar unas subvenciones de miles de millones de euros anuales, que lógicamente, cuando se actualize la tarifa eléctrica a precios reales, deberá pagar el ciudadano en su factura, aunque ya la paga con sus impuestos ahora.

PICARESCA EN LA ENERGIA SOLAR:

La energía solar ha dado lugar a picarescas. Como por cada Kilowatio producido se cobra una sustanciosa subvención, se sospecha que muchas granjas solares han producido electricidad incluso en días nublados y hasta de noche a base de poner en marcha grupos generadores diesel que funcionan con gas oil: producen con estos generadores y lo suministran desde las granjas solares como si fueran kilowatios procedentes de energía solar.

También se sospecha que hay granjas solares que han montado más placas de las autorizadas para así aumentar su producción. Al amanecer y al atardecer, el rendimiento de las placas baja, por la posición del Sol, y si se tienen más placas de las permitidas, se puede aumentar la producción en las malas horas acercándola al 100% nominal de lo que produciría la planta solar al mediodía, en día despejado y soleado de verano con las placas autorizadas.

RESUMEN:

El problema eléctrico es otro de los embolados que estaba ahí agazapado y que la crisis ha hecho aflorar. No se puede seguir sosteniendo la subvención a las renovables con cargo a impuestos porque es a base de deuda pública y ya no da para más, por peligro de que dejen de prestarnos si ven que aquí se abordan las cuestiones frívolamente. Así que al final, la factura de la luz, la factura eléctrica, va a subir.

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