El Rey, cuando en sus discursos se refiere a España, suele emplear el término “LA GRAN NACION”. En realidad es un truco de lenguaje para no decir que España es “UNA NACION”, para no encabronar a los nacionalistas. Al decir Gran Nación, trata de quedar bien con todos. Porque en la Gran Nación entra la Nación de Naciones, de la nación catalana, de la nación vasca, de la nación gallega, de la nación manchega,… Patético. Porque ya no son tiempos de Naciones. Eso fue en el siglo XIX y el principio del XX, con las secuelas del romanticismo.
Como muestra de lo que digo, veáse el párrafo del mensaje de Navidad del 24 de Diciembre de 2010 de S.M. El Rey de España:
“Pudimos salir con éxito de anteriores crisis económicas. Disponemos de las condiciones y de los instrumentos necesarios para lograrlo de nuevo. Somos una GRAN NACION, orgullosa de su pluralidad y diversidad, integrada en la Unión Europea con la que estamos comprometidos y por la que siempre hemos apostado”.
Pero en la Navidad de 2009, ya eramos una GRAN nación. Veamos lo que decía S.M. el Rey en el discurso de Navidad de ese año:
"Unas ideas que buscan el bien de nuestro país, como GRAN NACION europea de larga historia e inmenso patrimonio. Un país que no puede comprenderse sin esa rica diversidad consustancial al mismo ser de España".
Y también eramos GRAN NACION en las navidades de 2008:
Y también eramos GRAN NACION en las navidades de 2008:
“España ha vivido por primera vez treinta años de democracia plena, la época de más progreso y modernización de nuestra historia, que nos debe llenar de energía y de confianza en el presente y en el futuro para seguir avanzando como GRAN NACION".
Veamos la GRAN NACION que éramos en las navidades de 2007:
“Unidad y diversidad se vertebran en nuestra democracia como conceptos que nos definen y que, debidamente integrados en el marco constitucional que nos hemos dado, nos han permitido y nos permiten progresar como GRAN NACION”.
Y en las navidades de 2006, eramos GRAN NACION, y en las de 2005, como él mismo reconoce en el discurso:
“Al prepararnos para el Año Nuevo, debemos tomar conciencia de lo mucho que juntos hemos avanzado en las últimas décadas y del enorme potencial que, trabajando unidos, España encierra para nuestro futuro. Como ya dije hace un año, España es una GRAN NACION de la que todos podemos sentirnos orgullosos”.
“Al prepararnos para el Año Nuevo, debemos tomar conciencia de lo mucho que juntos hemos avanzado en las últimas décadas y del enorme potencial que, trabajando unidos, España encierra para nuestro futuro. Como ya dije hace un año, España es una GRAN NACION de la que todos podemos sentirnos orgullosos”.
Escuchado desde otros países europeos, estos discursos donde se refiere a España como GRAN NACION, puede sonar a pedantería, chauvinismo o fatuidad. Más cuando a finales de 2010, no sómos más que un país arruinado, empufado por sobre endeudamiento para muchos años. Un país asolado por el nacionalismo, el caciquismo y la corrupción. Eso sí, con una rica diversidad, que no sé que es.
El discurso del Rey de Navidad en La Gaceta
Por otra parte, la Casa Real haría bien en ponerse las pilas. Porque los estudios de audiencia indican que cada año desde el 2000, se está produciendo una caída en el nivel de espectadores que siguen el discurso del Rey. Y eso cuando hay más de 30 canales de TDT que retransmiten el mensaje. Y más llamativo cuando España está en una encrucijada seria política y económica, por lo que se esperaría que más gente atendiera al discurso del Jefe del Estado.
Y como siempre que se tratan temas turbios, como el de un país que tolera en su seno la existencia de una perversa ideología como el nacionalismo, surge la pregunta:
Nota:
- La Gran Nación de S.M. El Rey, sostiene a 18 gobiernos entre el Central y los Autonómicos.
- La deuda de las empresas españolas a finales de 2010 es del orden de los 900.000 millones de euros.
- La deuda de las familias españolas es también del orden de los 900.000 millones de euros.
- El endeudamiento externo neto de los españoles es de unos 800.000 milllones de euros.
- El endeudamiento de las Autonomías ha superado en 2010 los 100.000 millones de euros, no habiendo dejado de crecer desde 1995, como ha advertido el Banco de España. Ahí no se contabilizan las deudas de los cientos de empresas públicas autonómicas.
Y no sigo para no desmoralizar.
La ciencia es internacional, el arte es nacional, y la necedad, nacionalista.
(Maurice Revel)
8 comentarios :
La nacioncilla con su reyecillo, o reyezuelo. Pero está dificil deshacer el desaguisado, Europa no colabora precisamente.
El compadreo de JC con los nacionalistas es uno de los motivos que nos ha llevado a esta crisis institucional, política y económica que padecemos.
Lo que no deja de ser curisoso es que somos los "unionistas" los que nos sentimos orgullosos de la diversidad.
El Periódico, creo que la UE debería denunciar al nacionalismo como ideología perversa y antidemocrática por cuanto antepone supuestos derechos de territorios o lenguas a los derechos individuales.
Aspirante, creo que el compadreo con el nacionalismo lo han practicado todos los partidos políticos. Y creo que un país puede ser centralista, federal o confederal. Pero esto de las autonomías es un invento inviable economicamente.
Lo que nos sobra a los españoles son los discursos porque ya nos los sabemos de memoria.
El discurso es siempre previsible, automático.
España camina a la deriva, sin rumbo definido y con un capitán al mando del timón dispuesto a llevarlo directo al abismo. Un país que se define por síntomas de una grave enfermedad que afecta a nuestra democracia: la intolerancia del nacionalismo y de una buena parte de la izquierda hacia todo lo que no sea su Pensamiento Único, la corrupción político-económica que ha creado una auténtica `casta¿ de poder en la política y sus aledaños, y la decadencia y el declive de las instituciones que deberían sustentar el edificio de la Democracia y que, sin embargo, se encuentran gravemente dañadas por la sumisión al poder. Este país necesita una profunda regeneración, y la sociedad empieza a demandarla cada vez con mayor intensidad en la exigencia.
Natalia, estoy contigo en que España necesita una regeneración democrática, en pro de la independencia efectiva del poder judicial, contra el caciquismo y la corrupción.
Lo que no veo es esa sociedad de que hablas que lo demanda.
Ni gran nación, ni nación, ni porras. Esto es trincolandia y lo demás son cuentos.
Estoy de acuerdo con Natalia, los discursos son muy previsibles y ya nadie los espera, siempre es más de lo mismo.
Saludos.
David, sobre todo cuando los discursos son un refrito año tras año y se quedan en humo, porque al día siguiente, los nacionalistas, los caciques y los corruptos ya están a lo suyo sin apenas impedimentos.
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