En el mundo de las viviendas sin vender se encuentran las viviendas nuevas ya terminadas o casi terminadas, que se han convertido en activos saqueados o activos vandalizados, como también se las conoce. Bloques de vivienda terminados a los que pilló el pinchazo de la burbuja inmobiliaria y que han sido desvalijadas hasta que sólo quedan las paredes. Generalmente, los primeros en arrasar son los propios suministradores de las obras a los que los promotores y constructores les deben dinero.
Al ver que no cobraban, muchos de los suministradores entran en las viviendas o urbanizaciones y se llevan lavabos, bañeras, calentadores de agua, persianas, ventanas, en fin, todo lo que pueden arramplar. Y de paso escriben en las paredes algún mensaje para el promotor o constructor moroso que no les ha pagado.
No es infrecuente que también les dejen algún cagarro que otro por los suelos. Después de todo, una vez que han desmontado los retretes y mientras desmontan las persianas, en algún sitio han de hacer sus necesidades. Las viviendas ya quedan listas para otras olas de saqueo y vandalismo. Pandillas de gamberros acaban la tarea de arrasamiento.
Los bancos y cajas que se han quedado con esas viviendas o urbanizaciones y que constan en sus libros de balance por equis millones, se encuentran con que esos equis millones se han volatilizado en gran medida, porque están en tal estado que es difícil que así nadie dé un euro por ellas. O sea, que el problema no es sólo que haya miles y miles de viviendas sin vender, es que esas viviendas se van deteriorando con el paso del tiempo.
La línea amarilla marca la vertiginosa subida del precio del metro cuadrado de la vivienda en España, muy por encima de la línea verde de la inflación, ya de por si alta, superior a la media europea. Si hubiera seguido el ritmo de la inflación, ahora estaría por los 700 euros el metro cuadrado, cuando anda por los 2.500 a finales de 2010. Y muchos dicen que no es posible más ajuste de precios. La de dieu.
Cuando el ciudadano informado ve que existe una deuda externa neta de los españoles del orden de los 800.000 millones de euros y la mayor parte fue para sostener e impulsar la subida del precio del metro cuadrado y del kilo de concejal, no es raro que se ponga hecho un monstruo y se haga la pregunta habitual:
1 comentarios :
Y de bajar los precios de la vivienda no dicen ni media palabra.
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