La actriz porno japonesa Sora Aoi, una de cuyas películas es “Zombi con tetas grandes”, es una reina en China. Con más de tres millones de seguidores chinos en su Twitter, puede considerarse en una experta en promoción. La cosa tiene carracuca, porque en China está prohibido por el partido comunista el cine pornográfico, aunque exista mercado negro más o menos tolerado. Pero Aoi se las ingenió para difundir una imagen amable de chica interesada en ese gigantesco país, a pesar de que los japoneses no son gente del todo apreciada allí, después de las rafias que hicieron antes de la Segunda Guerra Mundial y durante ella.
Aoi ha estudiado el idioma mandarin, el más hablado de China y dice estar entusiasmada con las costumbres y cultura de ese país. Incluso ha promovido acciones caritativas para socorrer a chinos afectados por desastres. Esta habilidad de la chica para convertirse en una heroína popular en China la ha llevado a ser portada de la prensa económica japonesa y en la norteamericana, muy interesada en la penetración de ese hormiguero cada vez más rico en que se ha convertido el gigante asiático.
MIENTRASTANTO
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